Domingo, 17 de Noviembre 2024
México | Por: Sergio Aguirre

Redes y política

Los grupos de identificación han crecido exponencialmente, solo en Internet millones de personas dialogan diariamente de manera horizontal mediante correos electrónicos, blogs, mensajes instantáneos de todo tipo y redes sociales como facebook o twitter, terminan creando diversas identidades de opiniones virtuales

Por: EL INFORMADOR

Sergio Aguirre  /

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Afirmar que el fenómeno de las redes electrónicas incide ya, de manera determinante en el juego político parece ser una obviedad. Lo complicado es explicar el cómo, para lo cual el concepto de opinión pública puede ayudar. De hecho, en el análisis del reciente conflicto egipcio, se ha planteado la influencia del fenómeno de redes en la formación de la opinión pública -tanto doméstica como internacional- y que tiene a los manifestantes aferrados a sus exigencias a pesar de todos los intentos del gobierno por engañarlos y boicotearlos de malas formas.

El vínculo entre democracia y opinión pública es total. La democracia es un gobierno de opinión ciudadana, opinión que se plasma mediante el voto. Por ello, no puede haber democracia sin opinión pública ni opinión pública sin democracia. Con relación a su calidad, se puede afirmar que entre más autónoma e informada sea la opinión pública, la calidad democrática del sistema se incrementará, lo cual por supuesto tiene a los antidemocráticos en Egipto tratando de bloquear el funcionamiento de los medios electrónicos como el Internet.

La formación de la opinión pública tradicional casi siempre se daba en cascada, donde el mensaje iniciaba en las élites económicas, sociales y políticas, para luego atravesar el filtro y las distorsiones propias de los medios masivos de comunicación y los matices de los líderes locales de opinión, para llegar a la masa. Se entendía también por una causa grave y como hecho muy aislado, ocurría la difusión del mensaje de abajo hacia arriba mediante estallidos de opinión, donde la influencia de los intelectuales importaba mucho. Y finalmente, también se afinaba de manera horizontal en las identidades tradicionales como la familia, amigos, escuela, partido, religión, etcétera.

Ya no es así. Los grupos de identificación han crecido exponencialmente, solo en Internet millones de personas dialogan diariamente de manera horizontal mediante correos electrónicos, blogs, mensajes instantáneos de todo tipo y redes sociales como facebook o twitter, terminan creando diversas identidades de opiniones virtuales. Por otro lado, el mecanismo del estallido de opinión ahora es cotidiano, ya no sólo se activa por causas graves, sino que sirve incluso para frivolidades propias de la farándula política y del espectáculo. De manera positiva, ahora todo hecho aislado de abuso es susceptible de ser “balconeado” en la red sin tener que originarse en cascada. En este sentido, la libertad de la red ha permitido que empresas como Wikileaks sigan permeando información clasificada de los EU, fugas que en muchos casos van a tener como reacción modificaciones a las políticas públicas de muchos países.

¿Lo anterior significa que la formación en cascada ha quedado relegada o que los medios tradicionales han perdido toda su influencia? No lo creo. El mensaje de las élites económicas, sociales y políticas sigue siendo trascendental en la formación de opinión pública y también su referente, si bien también ya utilizan los medios de red para comunicarse directamente sin el filtro de los medios masivos, siguen utilizando el mecanismo, antes ordinario, de cascada, sabiendo que su influencia ha sido mermada.

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