Viernes, 22 de Noviembre 2024
México | POR ANA MARÍA SALAZAR

Reacción inolvidable

Creo que hay mucho que entender y analizar de este exitoso operativo. Ahora el Gobierno de Estados Unidos inicia una nueva etapa en su estrategia antidrogas

Por: EL INFORMADOR

Ana María Salazar.  /

Ana María Salazar. /

“Cuando decimos que nunca olvidaremos, hablamos en serio”. Éstas fueron las palabras del Presidente Barack Obama pronunciadas en Nueva York días después de que un comando de Navy Seals ingresó a territorio Pakistaní, matando a Osama Bin Laden en su casa, que estaba a cuadras de un cuartel militar, y se llevaron el cuerpo del que era el enemigo más buscado por Estados Unidos. En el portaaviones, marinos le dan el “último adiós” “despidiendo” a Osama lanzando su cuerpo al mar. La realidad rebasa la ficción, ya que ni Hollywood podía imaginarse el drama que fue para Estados Unidos la persecución del hombre más odiado por ese país.

Hay mucho que aprender de este controversial operativo “Gerónimo” y la forma en que Estados Unidos enfrenta a sus enemigos. Para empezar, regresemos al comentario de Barack Obama, señalando que los estadounidenses no olvidan. Miles de millones de dólares se invirtieron en perseguir a Osama, y a pesar de que fueron tres presidentes que lo buscaban (durante la administración Clinton ya era un objetivo de ese país), no se perdió la prioridad del Gobierno en encontrarlo. También había un consenso político y de la sociedad civil de que la prioridad del Estado tenía que ser encontrar a Osama y ajusticiarlo, aunque sí se debatieron algunos aspectos de la implementación de la estrategia, que incluía hacer uso de la tortura y usar juicios militares para los sospechosos, además del trato que reciben los prisioneros en Guantánamo.

Pero este apoyo político y social es fundamental para este tipo de operativos, donde se usan mecanismos excepcionales, violatorios del derecho internacional por completo para cumplir su cometido. Pero el operativo de Osama también es un mensaje al mundo: para los más violentos, los que más amenazan la seguridad de Estados Unidos, no se escatimarán recursos.

Importantísima la operación política como parte de esta estrategia antiterrorismo que, al recibir información confirmando la muerte de Bin Laden, de las primeras llamadas que hizo el presidente de los Estados Unidos fue a sus predecesores, los ex presidentes Bush y Clinton, además de varios líderes mundiales. Además, la Casa Blanca llamó a los líderes de la Cámara baja y el Senado informando sobre lo sucedido antes de que lo hiciera público Barack Obama. De hecho, el presidente Obama invito al ex presidente Bush a que fueran juntos a Nueva York, lo cual George declinó.

Aquí hay que subrayar la importancia de las palabras como parte de la estrategia anti-Osama. El discurso presidencial, que fue transmitiéndose casi a medianoche, fue extraordinario. Con un tono mesurado, pero triunfalista, asumiendo la responsabilidad del operativo, pero al mismo tiempo agradeciendo y reconociendo a muchos por el éxito. Pero sobre todo resaltando el sufrimiento y la reivindicación de las víctimas.

Los estadounidenses también reconocen a sus héroes. Se hizo público que se condecoró a los participantes en el operativo, y aunque los Navy Seals ya eran famosos en el folklor estadounidense, ahora estas fuerzas especiales están recibiendo un reconocimiento público, casi legendario.

Es importante subrayar la foto que se publicó, donde varios secretarios acompañan al presidente, son testigos en vivo del operativo donde matan a Bin Laden. No sólo resalta esta foto la tecnología que se usa para este tipo de situaciones, sino la coordinación interinstitucional del gabinete de seguridad en ese país.

Hay que recordar que varios de estos secretarios seguramente tendrán sus propias agendas políticas y personales (recordemos que la secretaria Clinton está en primera línea y que probablemente quiere reemplazar a su jefe Obama), pero en lo que se refiere a la lucha antiterrorista, existe una unidad y coordinación poco vistas en los gabinetes de un país democrático. En cambio en México, hasta las mismas estructuras y legislación promueven la falta de coordinación. Por ejemplo, ¿alguien en su sano juicio puede explicar por qué la Secretaría de Relaciones Exteriores no es parte del gabinete de seguridad?

Esta coordinación se reflejó, según comentarios filtrados por las autoridades, en que se llevara una investigación que duró una década, donde, a pesar de que parte de la información sí se obtuvo de una persona que recibió “water boarding” (una forma de tortura), la realidad es que el éxito se debió más a una investigación exhaustiva, donde el factor humano era fundamental. Cuando entraron a la habitación no tenían duda de que tenían a Bin Laden. Pero esto se debió al trabajo de investigación que duró años, y probablemente de cientos de personas. Esta coordinación probablemente permitió que no se filtrara la información a los medios de comunicación ni a potenciales enemigos.

Creo que hay mucho que entender y analizar de este exitoso operativo.  Ahora el Gobierno de Estados Unidos inicia una nueva etapa en su estrategia antidrogas. La batalla contra el fantasma de Osama. ¿Cómo asegurar que la desaparición de Bin Laden no sea el catalizador de más muertes.

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