Quiere EU en México embajador antiterrorista

CIUDAD DE MÉXICO (25/MAY/2011).- Han pasado 10 días de que Carlos Pascual terminó su misión diplomática en México, y Estados Unidos ya propone al sucesor.

Earl Anthony Wayne, embajador adjunto en Afganistán, se perfila para ser quien tenga a cargo la delegación diplomática en México, en un momento en el que el narcotráfico y el paso ilegal de armas dominan la agenda bilateral.

La experiencia de Wayne, que comenzó su carrera en 1975, ha estado ligada a la lucha contra el terrorismo.

Cuando en 2000 fue nombrado secretario de Estado Adjunto para Asuntos Económicos y Empresariales, cargo que ostentó hasta 2006, uno de los temas en los que trabajó fue el combate al financiamiento del terrorismo; para tal fin destinó esfuerzos a la formación de coaliciones internacionales para detener el flujo de dinero para estos fines.

Diez años antes y luego de su misión en París, Wayne desempeñó el cargo de director de asuntos regionales para el embajador extraordinario y plenipotenciario para la lucha contra el terrorismo, donde se mantuvo de 1989 a 1991.

¿Por qué proponer a un experto en terrorismo como embajador en México?
La respuesta quizá esté ligada a la preocupación que ha expresado Washington en este aspecto.

En agosto de 2010 el Departamento de Estado se dijo “intranquilo” por la creciente aplicación de “tácticas terroristas” de los cárteles de la droga en territorio mexicano, como el uso de los coches-bomba.

Wayne, o quien asuma en lugar de Pascual, tendrá la misión de mantener viva  la agenda binacional, aún marcada por escándalo del operativo “Rápido y Furioso”, mediante el cual agentes estadounidenses dejaron pasar al país más de dos mil armas con la fallida intención de conocer el paradero de los cárteles de la droga.

Pascual renunció al cargo por las críticas que hizo sobre del Ejército Mexicano contra el narcotráfico, y que filtró WikiLeaks en diciembre de 2010.