¿Quiénes son los 10?

Perdón, pero me faltan dos. El dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, presumió el 9 de febrero pasado que su partido tiene como 10 presidenciables.

El reportero hace cuentas: por el equipo de Felipe Calderón se menciona a Ernesto Cordero, de Hacienda; Alonso Lujambio, de Educación;, Javier Lozano, del Trabajo, y Heriberto Félix, de Desarrollo Social. Van cuatro.

El senador Santiago Creel, que dentro del blanquiazul juega en el equipo rival del Presidente, y la coordinadora de diputados, Josefina Vázquez Mota, que no termina ser íntima ni termina de ser rival. Ya son seis. Súmele a los gobernadores Juan Manuel Oliva, de Guanajuato, y Emilio González Márquez, de Jalisco. Ocho, pasando por alto que varios de éstos no se han apuntado. ¿Y los otros dos? Porque nadie estará pensando en Blake y Molinar, ¿o sí?

En el PAN hablan tratando de mostrar que están tranquilos, que no les inquieta que Enrique Peña Nieto les saque el doble de distancia en las encuestas ni que a Andrés Manuel López Obrador lo conozcan en todo el país, que Marcelo Ebrard esté de lleno en la contienda o que Manlio Fabio Beltrones no afloje.

Basan su confianza en que las dos veces que han ganado la Presidencia lo han hecho desde abajo: primero con Vicente Fox ante el imbatible sistema priista de 70 años y luego con Felipe Calderón cuando López Obrador ya tenía poses de primer mandatario.

Pero la contienda 2012 tendrá circunstancias muy distintas.

Ninguno de sus aspirantes tiene el carisma del ranchero guanajuatense que conquistó al electorado y casi la mitad de los votantes, por edad, no padeció las décadas del PRI.

O sea que no será como Fox.
Ni como Calderón, pues las reformas electorales de este sexenio le asignarán al PAN muchos menos “spots” que al PRI (derivado de su derrota en la elección intermedia de 2009) y ya no se permiten las campañas negativas de las que tanto echó mano el hoy Presidente de México para vapulear a su rival perredista.

Su problema no es que uno de los 10 —u ocho— suspirantes panistas sea reconocido por el público: se distribuirán entre los candidatos 42 millones de anuncios gratis en los medios de comunicación, sin contar la cobertura periodística natural que tendrá quien sea el designado por el PAN.

Su problema es que pueda diferenciarse, significar ante los ciudadanos un contraste con respecto a sus rivales o quien encabece la contienda, que atraiga, que emocione. Y en esa pelea, el tiempo corre en su contra porque caballos de las otras cuadras salieron hace rato del arrancadero y llevan varias millas de ventaja.

Saciamorbos

Una de las mejores voces que hablaban al Presidente sobre temas internacionales dejó Los Pinos ayer.