Sábado, 23 de Noviembre 2024
México | EL SONIDO Y LA FURIA POR MARTÍN CASILLAS DE ALBA

¿Qué tan rápido pasa el tiempo?

Esta es una buena pregunta que nos podemos hacer justo cuando éste sábado inicia la segunda década del XXI

Por: EL INFORMADOR

Martín Casillas de Alba.  /

Martín Casillas de Alba. /

Esta es una buena pregunta que nos podemos hacer justo cuando éste sábado inicia la segunda década del XXI, cuando nos podemos detener por un momento para voltear por el espejo retrovisor para darnos cuenta que algunos medimos la vida en décadas pues parece que todo ha pasado hace una o más de ellas, en cambio, para los jóvenes, todo va a paso lento, por eso, habría que saber ¿qué tan rápido pasa el tiempo?

En algunas obras de teatro o de cine podemos ver, como en un espejo que mientras dura la función puede pasar el tiempo y así podemos viendo a varias generaciones en la pantalla o en la escena o la explicación justa e ingeniosa como la que hace Rosalinda —disfrazada de hombre— a Orlando, su galán, en Como les guste de Shakespeare: ese día han quedado de verse en un par de horas y para ella, sin decirlo, se le hace una eternidad, por eso le explica cómo es que pasa el tiempo según sus circunstancias:

“Te voy a contar, si quieres saberlo —le dijo Rosalinda—, con quien trota el tiempo y con quien va a trote duro; así como, con quien va a galope y con quien parece que se queda parado.

El tiempo va a trote duro entre el día que la novia se compromete y el día de su boda. Sí, señor, en ese ínterin las novias piensan que puede durar una semana, cuando el paso del tiempo, es decir el trote, es duro, porque parece que en lugar de los siete días, faltan siete largos años.

Luego, el tiempo sabemos que va a paso normal con el cura que no sabe latín o con el rico que no sufre de gota: con el primero, porque duerme como lirón y no tiene que estudiar y, con el segundo, porque vive feliz sin sufrir esos terribles dolores: uno está exento de la carga mezquina de la pesada ciencia y el otro, porque no conoce el pesar que produce ese dolor.

¡Ah!, pero el tiempo galopa con el ladrón que ha sido condenado a la ahorca, pues no le importa si camina despacio cuando va rumbo al cadalso y sólo va pensando que, de todas maneras, cuando llegue, será demasiado pronto.

¿Con quién se queda parado el tiempo? Tal parece que se detiene con los abogados cuando se supone que están de vacaciones, porque, como bien sabemos, se duermen entre juicio y juicio y así no se dan cuenta de cómo pasa el tiempo”.

A estas alturas de la vida creemos que va a galope tendido y no hay ni de dónde agarrarse. Pero así es esto del Tiempo, ¿no creen?

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