¿Qué tan lejos puede llegar el oro?

Hay quienes dicen que la onza de oro llegará pronto a los dos mil dólares. Las estadísticas históricas apoyan este pronóstico. Cada onza de oro valía 257 dólares a principios del siglo. El aumento supera 20% anual en la última década. Si el oro tuviera otro año como 2010, cerraría 2011 en torno a los mil 858 dólares por onza.

Los brincos registrados en el precio del oro no sorprenden a los expertos. Es un metal escaso y un refugio de valor para los tiempos de incertidumbre. Quién duda que vivimos en ellos: hay guerra en Libia, inestabilidad en Siria, Yemen y Bahrain. Deterioro financiero en Portugal e incontinencia monetaria en Estados Unidos.

Los inversionistas apuestan por materias primas en un contexto en el que las monedas fuertes no son de fiar y los mercados accionarios están demasiado vinculados a una recuperación que podría tomar forma de W. El oro rebasó esta semana la marca de los mil 450 dólares. La plata está en su mayor nivel desde hace 30 años. El petróleo superó los 120 dólares por barril.

El precio del oro está en su máximo en términos nominales, pero falta mucho para que rompa la marca de 1980, si descontamos la inflación. En ese entonces llegó a 875 dólares por onza. A precios actuales, eso sería como dos mil 200 dólares de 2011.

“El oro es la próxima burbuja que estallará”, pronosticó George Soros en Davos 2010. La onza había rebasado los mil 200 dólares y al gurú de los inversionistas le parecía demasiado. Para junio, cuando ya superaba los mil 300 dólares, Soros volvió a lanzar una advertencia parecida.

Entonces vendió los papeles que tenía vinculados al precio del oro. Sus pronósticos erraron. El oro no ha detenido su ascenso.

El precio del metal amarillo se nutre de su escasez relativa y de los temores sobre el futuro inmediato de la economía mundial. La escasez es estructural: el total de oro producido en la historia del mundo está en torno a las 170 mil toneladas. En comparación, cada año se extraen 999 millones de toneladas de hierro.

Los temores sobre el futuro de la economía mundial van en sentido contrario de los augurios emitidos por el FMI y Banco Mundial, pero ¿quién dijo que los mercados actúan con racionalidad? Los inversionistas que apuestan por un aumento del oro asumen que la incertidumbre se mantendrá. Sus inversiones en ese metal no tienen tanto que ver con un cálculo de un PIB negativo en las principales economías, sino con un comportamiento errático de los mercados bursátiles, la inflación y las divisas de referencia.

Una consecuencia natural del rally en los precios dorados es un incremento en la inversión de las mineras en proyectos asociados al oro. En México, la producción alcanzó cinco mil 614 kilogramos en enero de 2011, un aumento de 25% respecto al mismo mes del año pasado.
Este año el sector minero invertirá en México alrededor de mil millones de dólares en proyectos relacionados con el metal amarillo.

No todo lo que brilla es oro, dice el refrán… ni siquiera el oro. El mundo vive una ola especulativa que lleva casi 30 meses sin interrupción. ¿Cuándo estallará la burbuja? Hagan sus apuestas. Algo pasa cuando incluso George Soros se equivoca.