¿Qué le dijo el peso al dólar? ''No soy yo, eres tú''

No es que el peso esté superfuerte, es que el dólar está superdébil. La divisa estadunidense vive un periodo de debilidad extrema que se manifiesta en casi todos los mercados. En Europa, Canadá, América Latina y algunas zonas de Asia. El dólar index, que mide al billete verde ante otras monedas, registra una pérdida de 10% en lo que va del año.

En México se habla del superpeso porque nuestra moneda está en niveles no vistos desde 2008. En Brasil, el Real ha ganado ante el dólar 9.6% en lo que va del año. El dólar australiano está en sus máximos de 29 años. En Argentina su peso ha vuelto a recibir el calificativo de fuerte. Esto es algo que no ocurría desde fines del siglo pasado. Es la divisa que más ha ganado ante el dólar: 34% desde mediados del año pasado y 16.5%, sólo en 2011.

¿Cómo entender lo que está pasando? No hay un acuerdo de todos los países para devaluar el dólar, sino lo contrario. Son las autoridades de Estados Unidos las que promueven la depreciación de su moneda. La estrategia incluye tasas de interés cercanas a cero y políticas monetaria y fiscal casi irresponsables. Su prioridad es el crecimiento económico, no los equilibrios presupuestales ni la disciplina monetaria. El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, critica a China por la subvaluación del Yuan y las ventajas que el Dragón deriva de ella para exportar. Más allá del discurso, Estados Unidos hace lo mismo.

El mundo vive una Guerra de Divisas que tiene como protagonistas a Estados Unidos y China. El resto del orbe tiene un papel incómodo: somos espectadores que pueden hacer muy poco ante fuerzas descomunales. Esto vale para México y otros países de la región latinoamericana. Lo mismo que para Corea del Sur y la zona Euro. Un dólar muy débil actual como un arancel que protege el mercado de Estados Unidos. Al mismo tiempo es un subsidio que abarata los productos estadunidenses en el mundo.

Alto al drama. La misma historia puede ser una tragedia o una comedia, según la forma en que se cuente, nos recuerda Woody Allen en “Melinda and Melinda”. El fortalecimiento de nuestra divisa frente al dólar significa que los mexicanos tenemos 15% mayor capacidad adquisitiva que en 2010, si la medimos en dólares. Esto se refleja negativamente en la balanza comercial en forma de un aumento de las importaciones, pero nadie puede pasar por alto que esas cifras macro se refieren a compras que en miles de hogares implicaron una mejora en la calidad de vida: viajes, televisores, refrigeradores, computadoras, ropa o comida.

¿Cuánto margen de revaluación le queda al peso? Esa es la cuestión. El mes pasado la Concamin hablaba de que un tipo de cambio de 12 por dólar era el límite. Ya lo rebasamos hace rato. El peso mexicano frente al dólar rompió el piso de los 11.60 y se enfila para traspasar la marca de los 11.50. No es que el peso esté muy fuerte, sino que el dólar está muy débil. No estamos solos. Eso es lo bueno. Eso es lo malo.