Que Granier asuma una actitud varonil, pide el PRI

CIUDAD DE MÉXICO (05/JUN/2013).- Andrés Granier se está quedando solo. Ayer el dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), César Camacho Quiroz, dijo que los días del ex gobernador de Tabasco como militante de ese partido “están contados”.

“Si el ex mandatario tabasqueño cuenta con argumentos, pruebas o alguna otra cosa que lo exculpe, debe comparecer inmediatamente ante la autoridad correspondiente”.

En rueda de prensa, el líder tricolor afirmó que el que nada debe, nada teme, y agregó: “Eso es lo que nosotros hemos dicho públicamente y ojalá Andrés, por su bien y el de todos, decida en una actitud viril, en una actitud varonil, hacerle frente a las muchas revelaciones que han aparecido en los medios”.

Más tarde, reiteró que no han expulsado a Granier, “pero quizás ocurra pronto... nos hace mucho daño a los que tratamos de dar mensajes del nuevo PRI”.

Granier Melo no acudió a declarar a la Procuraduría de Tabasco el pasado 30 de mayo por el decomiso de 88.5 millones que se le atribuyen al ex secretario del Finanzas de la Entidad, José Manuel Saíz.

El procurador estatal, Fernando Valenzuela, afirmó que el ex mandatario ya es presunto responsable de corrupción.

Saíz comparecerá hoy, y adelantó que presentará documentos que desmienten que se haya dejado a Tabasco en quiebra.

TELÓN DE FONDO

Uno más de la larga cola

En los últimos años, el PRI se ha tenido que deslindar de ex gobernadores de su partido que están siendo investigados, ya sea por desvío de recursos, deudas en sus estados o por presuntos vínculos con el crimen organizado.

El caso más reciente es el de Andrés Granier, pero antes la dirigencia tricolor ya se deslindó de los ex mandatarios Tomás Yarrington (Tamaulipas); Humberto Moreira (Coahuila) y Mario Villanueva Madrid (Quintana Roo).

Yarrington es acusado de recibir sobornos del cártel el Golfo y enfrenta un proceso en Estados Unidos. En mayo del año pasado y en plena época electoral, el entonces líder del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, anunció que no defenderían al ex gobernador y lo exhortaron a cooperar con las autoridades norteamericanas. “No tenemos por qué defenderlo. Él debe afrontar su responsabilidad individual, lo estamos exhortando al señor Yarrington para que coopere plenamente con las autoridades”.

Incluso el 26 de abril del año pasado el PRI le suspendió sus derechos como militante, aunque aclararon que en caso de resultar inocente sus derechos como militante le serán reestablecidos.

Otro caso similar ocurrió con Humberto Moreira, quien gobernó Coahuila entre 2005 y 2011 y dejó una deuda de 36 mil millones. El coahuilense pidió licencia en el último tramo de su gestión para convertirse en líder nacional del PRI, sin embargo el escándalo de la deuda lo hizo dimitir apenas ocho meses después de dirigir al tricolor. “Le hemos pedido a Humberto Moreira que sea él quien esclarezca el tema y fije una posición”, dijo el entonces aspirante candidato priista a la Presidencia, Enrique Peña Nieto de visita por Estados Unidos.

El caso de Mario Villanueva es particular. El ex mandatario de Quintana Roo —quien está preso en Nueva York— se declaró culpable de lavado de dinero en agosto del año pasado. Tras su confesión, el presidente estatal del PRI, Pedro Flota, dijo que el partido analizaría expulsarlo, aunque nunca se concretó. Por otro lado, la sentencia del ex gobernador Villanueva se aplazó por quinta ocasión ayer en Nueva York. La nueva fecha fue fijada para el  28 de junio.