Lunes, 21 de Octubre 2024
México | Tren Parlamentario

Pues sí, dejaron la puerta abierta

Tren Parlamentario

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO.- Desde una sede alterna, con la ayuda de la Policía Federal Preventiva (PFP) y como quien anda a salto de mata, el Senado de la República sesionó ayer y aprobó por mayoría las siete iniciativas que conformaron la reforma energética. Entre festejos e insultos que les llegaban de la calle, los senadores han dejado abierta una rendija —denunciaba el movimiento de Andrés Manuel López Obrador— por donde compañías petroleras de otros países comenzarán a asomarse y ocupar territorio petrolero mexicano. Ni más ni menos, tal y como lo querían desde el principio Felipe Calderón y Manlio Fabio Beltrones.

“Abren”, acusaba, vehemente, Dante Delgado Rannauro, “las más amplias expectativas a una afanosa intervención de las empresas petroleras transnacionales, que a algunos compañeros legisladores les consta que ya están realizando ‘lobbie’ en las antesalas”.

Jueves 23 de octubre. El movimiento de Andrés Manuel literalmente había madrugado. Incluso antes de las siete de la mañana, gente que le sigue se había concentrado ante el Hemiciclo a Juárez. Pero el Gobierno de Felipe Calderón no durmió. A la una de la mañana, policías federales habían comenzado a ocupar calles y bocacalles de Xicoténcatl, sede del recinto senatorial. Y del área administrativa: el edificio Torre Caballito, en donde finalmente sesionaron.
El Senado de la República venía de un consenso en comisiones, que incluía al PRD, PT y Convergencia. Sólo dos temas no cuadraban en el acuerdo. López Obrador y Cuauhtémoc Cárdenas, cada cual por su lado, coincidían en que el Senado a la hora de la votación final tenía que ser expresamente claro, explícito, en no permitir privatización alguna en un área fundamental, como es el petróleo, para la vida política, social y económica de México.

Y habían propuesto que en el artículo 60 de la Ley de Petróleos Mexicanos, en las modalidades especiales de contrataciones, fuera incluida una leyenda de muy pocas palabras: “No se suscribirán contratos de exploración o producción que contemplen el otorgamiento de bloques o áreas exclusivas”.

Esto es lo que fue a decir Dante Delgado a ese Pleno de senadores, que sesionaba entonces bajo el resguardo de la PFP, liderada por el mismo Genaro García Luna. Pero ya los legisladores se habían entregado fatalmente a la determinación cupular: No, sería la respuesta. Como también fue “no”, a la otra propuesta del lopezobradorismo: quitarle a Pemex la emisión de bonos ciudadanos, otra de las propuestas que tanto interesó a Felipe Calderón desde el principio.

Ciertamente venían de un trabajo legislativo de meses, en el que modificaron 99% de las propuestas que el 22 de abril presentó el Ejecutivo federal. Pero ese 1% restante se ha quedado con el tuétano. Y es lo que no quisieron Manlio Fabio Beltrones y Felipe Calderón que se cambiara.

“Estamos aquí porque no queremos que se enajene territorio nacional”, era una de las tantas declaraciones que Andrés Manuel López Obrador hizo a los medios, de las nueve y pico de la mañana hasta las 12, lapso en que permaneció en el mitin de Xicoténcatl, para de ahí trasladarse a la Torre Caballito. “No queremos que se entregue territorio nacional a empresas petroleras extranjeras; ése es el propósito de este movimiento”.

En la reacción que tuvo el Gobierno federal y la cúpula que controla el Senado (Beltrones y Gustavo Madero), se miró delineada la sombra del interés por no agregar esas 12 palabras que había propuesto Dante Delgado.

Cuando los dos autobuses de senadores fueron rechazados por los manifestantes en Xicoténcatl, la decisión por la sede alterna de hecho había sido tomada: sesionarían en el quinto piso de Torre Caballito, ya resguardado en su interior desde la madrugada por policías y militares del Estado Mayor Presidencial.
Fueron tan terminantes las órdenes que traían, que no dejaron pasar a los senadores identificados con el lopezobradorismo. Tildaba de alma de tirano a López Obrador, por no ceñirse supuestamente a un mandato de las mayorías, pero en los hechos el Senado se estaba desdibujando con la presencia de los militares y policías federales, que en los pasillos iban y venían con escudos y toletes, arrinconando a un grupo de diputados federales del PRD que tenían como propósito romper la sesión del quinto piso.

Intercambio de ofensas entre el senador panista Alejandro González y de Convergencia Dante Delgado. Y fueron a encontrarse, en un instante, en ese salón improvisado de plenos apretadísimo, atiborrado de senadores, periodistas y militares. Hacía un instante, la PFP, comandada por el titular de Seguridad Pública, Genaro García Luna, había frenado a los lopezobradoristas que iban hacia el salón improvisado. Hacía una hora, aproximadamente, sobre la acera de Reforma, a unos metros de Juárez, una mujer del grupo de las Adelitas yacía en espera de ayuda médica: un soldado de la PFP le había descerrajado un macanazo en la parte alta de la espalda.

A nadie sorprendió que los perredistas Graco Ramírez Garrido y Carlos Navarrete fueran a la tribuna a festejar, en los mismos términos, que los priistas y panistas. Fue la reforma posible, insistían. Y quien sí sorprendió fue Pablo Gómez Álvarez, y más cuando nunca se pronunció por los golpes que recibieron sus compañeros en los pasillos, a manos de militares y policías. Gómez, a contrapelo de su historia, se había hecho el tiololo solo.

Dejaron de reír un instante los que reían cuando, en la tribuna, hablaron Rosario Ibarra y Ricardo Monreal. “Es un exceso de triunfalismo, de auto complacencia”, dijo a todos el zacatecano. Y al Pleno les restregaba que quienes en abril tomaron la tribuna y propiciaron los foros y acusaron a Calderón de su accionar privatizador, “nunca estuvimos equivocados”.

Y afirmaba, semejante a Dante hacía un instante, que ciertamente se contuvo la pretensión privatizadora de Calderón, pero ha desembocado el Senado —acusaba— en la “semiprivatización”. Y añadía: “Reconozco de manera honesta que no contiene el intento privatizador, pero no se renuncia expresamente a esas vía. Se reduce la desmesurada pretensión original, pero se dejan abiertos varios entresijos por donde pudieran retomarla posteriormente”.

Ya tarde, cuando todo estaba consumado y los dictámenes habían derivado en minutas enviadas para su refrendo a la Cámara de Diputados, en la calle Andrés Manuel López Obrador declaró: “Quedó al descubierto la intención de entregar extensiones de tierra y agua a empresas extranjeras para que exploren y perforen pozos petroleros. No pasó mucho tiempo para demostrar que en esas reformas hay una gran trampa, porque ellos son muy vivos, muy mañosos; no pudieron pasar su trampa y quedó descubierta”. Y anunciaba que el domingo se reunirá con sus seguidores otra vez, el martes estará sitiando a San Lázaro, con apoyo de gente que, de todo el país, llegará el domingo.

Este jueves, San Lázaro también convocó manifestantes: electricistas, maestros disidentes y cenecistas. Ya tarde, oficialmente recibía las siete minutas aquéllas. Se informó anoche que hoy, viernes, a partir de las 11 horas, continuará el proceso legislativo la Comisión de Energía de San Lázaro, en donde hay más de 40 diputados perredistas afines a López Obrador. El coordinador Javier González Garza respondió: “Ni la encarto ni la descarto”, cuando un reportero le preguntó si tomarán la tribuna el martes.

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