Pss, pss, vamos a Tonalá

Oiga paisano ¿qué le parece si nos damos una vueltecita por el tianguis de Tonalá? Ese al que seguramente usted tiene un buen rato sin ir a visitar, dizque porque ya no nos alcanza el tiempo, pero ahora que decidimos quedarnos en casa y no salir para gozar de lo nuestro en santa paz, bien podríamos aprovechar e invertir unas cuantas horas –y unos cuantos pesitos- en regodearnos de lo nuestro.

Que mejor que estos días para darse una escapada por el municipio de Tonalá y visitar con todo el tiempo del mundo el tradicional tianguis con cerca de cuatro mil comerciantes –entre temporales y fijos- además de los múltiples talleres y fábricas en donde uno se puede encontrar prácticamente de todo lo necesario para el hogar o la oficina, ya sea a manera de decoración o de artesanía utilitaria.

Ahora bien, si usted es uno de los lectores foráneos que por mera casualidad adquirió el periódico local para saber qué se dice, quiero invitarle para que se dé una vuelta por el municipio tonalteca, en donde seguramente se cansará de tanto caminar y de tantas y tantas obras artesanales y artísticas que podrá encontrar en ese mundo de belleza y algarabía en donde gracias a sus autoridades se prohíbe la venta de productos made in…chin chun chan.

También podrá visitar su plaza y la iglesia principal, ubicados por ahí, en medio del barullo, de las sonrisas e invitaciones a que vea de cerca los productos que se ofrecen –sin compromiso, dicen los vendedores-, degustar la exquisita gastronomía lugareña e incluso platillos de corte nacional e internacional, una rica nieve raspada y las golosinas que cerrarán con broche de oro su comilona.

Además, ahora se puede disfrutar de la exposición denominada “La Patria en el agave”, misma que se encuentra en una galería al aire libre, montada precisamente sobre la avenida tonaltecas, en la cual se puede apreciar el proceso que sufre el agave hasta llegar a convertirse en tequila, y por cierto que en el Museo Regional de Tonallan podrá apreciar la exhibición denominada “Tráiganme la botella”, una selección de botellas fabricadas con barro, cerámica y vidrio.

Si quiere invertir un poco más de su tiempo, vale la pena darse una vuelta al cerro de la patrona del pueblo, ahí mismo –en el kiosco de la plaza principal le podrán dar toda la orientación necesaria-, sin apartarse mucho de la mancha urbana, en donde las historias y leyendas le darán una visión más amplia del desarrollo de este municipio que forma parte de la zona metropolitana de Guadalajara y que por décadas se ha convertido en un paseo obligado para propios y extraños.