Províctima, programa ''fantasma''

GUADALAJARA, JALISCO (15/DIC/2011).- Como una respuesta a los movimientos sociales contra la inseguridad, el Presidente Felipe Calderón inauguró el pasado 10 de octubre la Procuraduría Social de Atención a Víctimas de Delitos (Províctima); sin embargo, ni siquiera tiene presupuesto asignado en el presente y próximo años, por lo que pareciera que su tarea es “fantasma”.

Con saldo de más de 50 mil ejecutados y 45 mil denuncias por desaparecidos —esta cifra contempla sólo 22 estados, según datos de las procuradurías—, la dependencia se creó con el compromiso de proporcionar a las víctimas u ofendidos asistencia médica, psicológica, orientación y asesoría jurídica, así como apoyo en la búsqueda de desaparecidos, subsidios, gastos funerarios, becas, compensaciones, seguros médicos... “Se pretende evitar la ‘revictimización’, es decir, que quienes han sido afectados u ofendidos por la comisión de un delito, enfrenten además condiciones difíciles para el acceso a la justicia y el ejercicio de sus derechos”, apunta el documento.

Pero la realidad es otra. En 2011, opera con recursos destinados a las áreas de atención a víctimas ya existentes de la Procuraduría General de la República y de la Secretaría de Seguridad Pública, confirma la titular de Províctima, Irene Herrerías Guerra, quien sostiene que es “un logro” federal porque hace el trabajo de los estados. La misma funcionaria se exhibe en el panorama para el próximo año: “En 2012 operaremos con el mismo presupuesto que se destinó a las áreas de atención a víctimas de la Procuraduría y Secretaría de Seguridad (300 millones de pesos), pero vamos a pedir una ampliación ante Hacienda para alcanzar los 600 millones y atender los delitos más prioritarios (desaparición de personas, secuestros, homicidios y, en menor medida, robo, violencia intrafamiliar, lesiones, amenazas y extorsiones), con la meta de una casa de atención en cada Estado”.

La falta de recursos se traduce en que sólo existen 16 centros de atención, que operan en 14 capitales (cuentan con 300 empleados); es decir, otros 18 estados no tienen presencia de Províctima. Por carecer de un presupuesto asignado, tampoco hay programas de difusión sobre los servicios de la dependencia, por ello ni siquiera hay un fondo para subsidios, gastos funerarios o viáticos para familias afectadas por la violencia e inseguridad.

En el primer mes de atención, según Províctima, son “mil 818 personas atendidas de manera presencial y mil 485 llamadas al 01800-8428462”, cifras que empequeñecen ante el saldo de familias afectadas por la delincuencia.

En el centro instalado en Guadalajara, ni siquiera hay psicólogo para la atención de víctimas.