Prevén reforma migratoria en marzo

CIUDAD DE MÉXICO (23/FEB/2013).- La posibilidad de que haya una reforma migratoria está cercana, de hecho, para el senador por Arizona John McCain, podría darse en marzo.

El ex candidato republicano a la presidencia estadounidense visitó México y se reunió con el Mandatario Enrique Peña Nieto, a quien le informó que es optimista en que se pueda lograr la reforma el mes próximo.

“Soy optimista y pienso que para finales del mes que viene nos gustaría, sin embargo es muy difícil adivinar, lo que sí es que mientras más rápido podamos solucionar y llegar a este acuerdo en mejor postura estaremos”.

Incluso mencionó que el próximo martes se reunirá con el presidente Barack Obama para abordar el tema.

McCain aseguró que durante mucho tiempo han estado trabajando con legisladores de ambos partidos para lograr acuerdos sobre distintos puntos de la reforma.

La Casa Blanca prepara su propia iniciativa, pero es solamente un respaldo en caso de un fracaso en las conversaciones con legisladores.

“Es, con mucho, la preferencia del presidente que el proceso en el Senado avance, que el grupo bipartidista de ocho tenga éxito, y que genere un proyecto de ley que reciba el apoyo de demócratas y republicanos en el Senado”, dijo el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney.

McCain también mencionó que Peña Nieto le informó que continuará la lucha contra el crimen organizado, al tiempo que reevalúa la estrategia.

Con información de AP y NTX

TELÓN DE FONDO

El signo dólar

El camino a la ciudadanía para los 12 millones de indocumentados que propone la reforma migratoria presentada al Congreso de Estados Unidos tiene un rico filón de ingresos para la vapuleada economía de Washington.

Pagar una multa por estar en el país ilegalmente, enterar impuestos por el trabajo desempeñado y costear el trámite migratorio de residencia significaría dinero fresco para el tesoro norteamericano en tiempos en que el techo fiscal está en los 17 billones de dólares; caería como tanque de oxígeno para la administración Obama.

Sólo como referencia, en la pasada propuesta de reforma migratoria, en 2007, la Casa Blanca proponía que los trabajadores ilegales pagaran tres mil 500 dólares para inscribirse, y 10 mil más si eran aceptados para la legalización.