En ese espacio emblemático del templo, ubicado en el costado norte de la Plaza de la Constitución en el corazón del Centro Histórico de la Ciudad de México, el sumo pontífice se encontrará por unos minutos con el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa y su familia.Además de las importantes reliquias y obras de arte que posee la sacristía de la Catedral Metropolitana de México, se ha colocado una silla blanca, que sólo fue restaurada con nueva tapicería y pintado de dorado sus partes de madera, en la cual se sentará el Papa Francisco.Otro objeto que es nuevo en ese lugar es una imagen de la Virgen de Guadalupe de 120 kilogramos de peso que fue trasladada desde el templo de la Parroquia de Santa Prisca, en Taxco de Alarcón, Guerrero y que una vez que sea bendecida por el sumo pontífice regresará a su sitio original.La figura, elaborada en plata 999, representó dos años de trabajo al artista platero y joyero Miguel Ángel Sobrino Pérez y el proyecto para trasladarla a la catedral de México fue impulsado por la asociación civil "Sólo por Amor a Taxco".La Sacristía es un lugar histórico, pues fungió como sede arzobispal mientras se construía la Catedral Metropolitana.También ahí estuvo la tilma de san Juan Diego, entre el 25 de septiembre de 1629 y el 14 de mayo de 1634, durante la gran inundación de la Ciudad de México, tal como lo señala una placa conmemorativa en el muro, colocada por los Caballeros de Colón en 1945.En ese lugar hay una vitrina que alberga a un Cristo de tamaño medio tallado en marfil, además de uno de los tres relicarios que posee la Catedral Metropolitana y que contienen diminutas astillas de la cruz de Cristo.Los otros dos relicarios están en el coro y en la Capilla de las Reliquias.En la Sacristía también hay otras importantes reliquias de santos de la Iglesia universal como una tela ricamente adornada que contiene diminutos fragmentos de huesos de varios santos, y la firma bordada de Santa Teresa de Ávila, fundadora de la orden de las Carmelitas Descalzas.Asimismo, sobre las paredes del lugar están pinturas murales realizadas sobre tela por Juan Correa y Cristóbal de Villalpando, tituladas: "La coronación de la Virgen", "La lucha de San Miguel con el dragón", "La entrada de Jesús a Jerusalén", "La Inmaculada Concepción" y "El triunfo de la Iglesia".Además, hay varios cuadros de mediano formato de diversos autores, entre ellos uno de Esteban Murillo, que obsequió el Museo del Prado a la Catedral, así como esculturas talladas, Agnus Dei de cera y un fino mobiliario histórico, entre otras cosas.La bóveda de la sacristía es de estilo gótico, con nervaduras doradas que datan de 1623.