Martes, 26 de Noviembre 2024
México | EN TRES PATADAS POR DIEGO PETERSEN FARAH

Prensa y narcotráfico

Que un buen número de los medios de comunicación, principalmente la televisión, hayan optado por una código común para cubrir los temas de violencia derivada del narcotráfico es, sin duda, una buena noticia

Por: EL INFORMADOR

Diego Petersen Farah.  /

Diego Petersen Farah. /

Cuando “La Familia Michoacana” hizo su aparición pública, parte de su estrategia fue contratar en los medios impresos un desplegado de plana completa. El precio por supuesto no era problema para los delincuentes, con lo cual muchos, prácticamente todos, los periódicos de Morelia aceptaron su publicación. Todos menos uno, en el que el director editorial para frenar las presiones del área comercial que insistía en darle cabida al desplegado con el argumento de que “todos lo van a publicar”, aplicó el librito. “Muy bien”, dijo, “la norma exige un responsable de la publicación y quiero copia de su credencial de elector”. Ninguno de los promotores del desplegado, delincuentes de alcurnia, quiso, obviamente, cumplir con la norma. Digamos que lo de ellos no es justamente el cumplimiento de las leyes.

Que un buen número de los medios de comunicación, principalmente la televisión, hayan optado por una código común para cubrir los temas de violencia derivada del narcotráfico es, sin duda, una buena noticia. Ninguno de los compromisos que se tomaron es extraordinario, son de librito: es lo que la literatura sobre ética periodística ha reflexionado a los largo de años, y es lo que recomiendan las instituciones de promoción de la libertad de expresión y calidad (varios medios, entre ellos EL INFORMADOR, habíamos adoptado ya medidas claras y más específicas en el tratamiento de este tema). Sin embargo, el valor de este acuerdo está en que los competidores dejen de competir por la sangre. En la lucha por el “raiting”, las dos grandes cadenas televisivas habían entrado en un espiral de violencia en sus noticieros del que ya no sabían cómo bajarse, y arrastraron a esta vorágine a un buen número de medios radiofónicos e impresos.

En qué momento los medios decidieron que no había nada más importante en el país que los muertos del día.

En Nueva York hay más o menos 500 muertes violentas al año y no son nota de primera plana ni apertura de los noticieros. ¿Por qué las televisoras mexicanas y algunos medios impresos decidieron que, disculpen el pleonasmo, los muertos mataban todo? Fueron muchos factores, y la pésima estrategia de comunicación de la Presidencia de la República tuvo mucho que ver en esto, pero el elemento fundamental fue cuando las televisoras descubrieron que un excelente argumento de chantaje para vender “acuerdos de cobertura” en los estados era mostrar como nota importante, cuando no la primera, los ejecutados del día en un Estado.

El siguiente paso es que el Gobierno federal y los gobiernos de los estados asuman también su compromiso en el tema de comunicación. No hacer alarde en los anuncios de los capos detenidos, mucho menos de cómo éstos mataban a sus víctimas; no mostrar los elementos de lujo con los que viven los capos detenidos y, sobre todo, no mostrar a los narcos en ruedas de prensa. El acuerdo es un buen principio, pero falta mucho.

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