¡Porque ya estamos hartos!

En realidad no se requieren muchas palabras para expresar el hartazgo en que se encuentra sumida la mayor parte de nuestra sociedad.

Es por ello que cada día más, la gente se incorpora a la búsqueda de soluciones de los problemas que nos embargan.

Sin importar siquiera el tema de que se trate, bastan unos cuantos minutos para que las personas empiecen a enunciar un sinnúmero de situaciones que les resultan cada vez más intolerables.

Si bien en la última década nacieron las llamadas ONG’s como un escape a la presión que ya se había acumulado en la sociedad, razón por la cual los mismos gobiernos —de los tres niveles— decidieron apoyar e impulsar la multiplicación de las mismas, muchas de las cuales luego pasaron a ser comparsas de sus alimentadores, mientras que otras tantas se transformaron en vividoras del presupuesto, lo que ha dado al traste con los objetivos que se perseguían inicialmente.

No obstante, de unos años a la fecha América Latina se ha convertido en el laboratorio de un nuevo esquema de participación de la sociedad civil, con base en un trabajo sistemático, machacón, transparente y plural altamente independiente y demandante.

En Bogotá, Colombia —para no variar—, este movimiento participativo ha ido alcanzando una madurez que pronto se convirtió en referente para todo el Continente, hasta alcanzar 46 réplicas (aunque con tesituras diferentes): ¿Cómo vamos? … es la pregunta de la cual parte todo un trabajo metodológico, con tintes académicos, pero eminentemente ciudadano, en donde gente de todo tipo y posibilidades económicas e intelectuales puede participar con el sólo objetivo de coadyuvar en la solución de uno o determinados problemas.

De esta manera, la Fundación Jesús Álvarez del Castillo, Extra, A.C., y el ITESO, decidieron unir esfuerzos en busca de un Jalisco y un México mejor, precisamente a través del Observatorio Ciudadano de Calidad de Vida Jalisco Cómo Vamos.

A partir de la fecha, Jalisco Cómo Vamos buscará aprovechar las experiencias de países como Colombia, Brasil, Argentina y Chile, por mencionar algunas naciones en donde este esquema de aportación ciudadana ha logrado resultados de participación más que positivos, a través de “auditar” el gasto público, analizar las propuestas y decisiones de los gobernantes, sugerir y proponer —con bases técnicas— las mejores soluciones en beneficio de la población, sin liderazgos mesiánicos ni pretensiones lejanas a nuestra realidad, con capacidad para continuar el trabajo iniciado hoy, con objetivos para el mediano y largo plazo, con base en políticas públicas.

Los indicadores que se obtengan permitirán a la ciudadanía ver cosas que parecían invisibles, por lo que los políticos deberán ser más cuidadosos en sus propuestas y en sus decisiones, so pena de ser evidenciados.
¡Porque ya estamos hartos!