Policías intocables

En Guadalajara hay muchos policías que cobran por no ir a trabajar. Entre todos, el año pasado dejaron de trabajar más de 50 mil días, y este año por lo menos 15 han metido justificantes médicos sospechosos, consecutivos, hasta por 177 días sin que nadie respingue. Diariamente, más de 20% de los elementos está siempre ausente con una excusa médica.

Ante el fenómeno, las autoridades reaccionaron rarísimo. El alcalde pedirá contacto estrecho con el delegado del IMSS, y el regidor del PAN Jorge Salines le pedirá al síndico y al contralor que manden los expedientes a la Secretaría de la Función Pública para que le pida al IMSS que le dé la información de los médicos que han entregado incapacidades a los policías en Guadalajara. Es rebuscadísimo: ante el ausentismo policiaco, el municipio pide que autoridades federales investiguen al IMSS, porque a lo mejor ahí hay unos médicos sobornados.

El problema del ausentismo policiaco con excusas médicas sospechosas es grave, pero no sólo en Guadalajara: en el mundo completo. La Asociación Internacional de Jefes Policiacos, a través de la revista especializada “The Police Chief Magazine”, da cuenta de lo profundamente serio que es esto en las corporaciones: incrementa en 150% el gasto (porque se pagan días no trabajados y horas extra de suplentes) y afecta la eficiencia porque sobreexplota a los elementos activos y porque estos trabajan desmotivados por saber que hay una cuarta parte de irresponsables que metieron un comprobante para no ir a patrullar. Para agregarle ingredientes al problema, genera desconfianza entre agentes y rompe con la ética del grupo. En Inglaterra el problema es tan grave (y eso que no tienen el tipo de problemas que hay aquí), que ha llegado el asunto hasta al Parlamento a través de los laboristas. La baja eficiencia policial, aseguran, es principalmente causada por este problema laboral.

En todos los casos, las rutas para dar soluciones están adentro de la corporación, no en los certificados médicos. El fenómeno está relacionado con problemas familiares, con estrés laboral y en muchos casos, con simple y llano abuso de agentes “aviadores”.

El caso es que el ausentismo por enfermedades no graves, es el doble en las corporaciones que en otras organizaciones y requiere políticas claras: más días francos, un bono por 12 días de enfermedad no grave que puede ser canjeado por efectivo al final del año, registro estricto de faltas por cada policía y seguimiento tanto colectivo como individual. En algunos departamentos ha funcionado tener un médico que durante seis meses revisa las incapacidades extrañas. Qué bueno que busquen a los médicos deshonestos, pero para arreglar el problema en Guadalajara no tienen que dar, fuera de casa, tantas vueltas.