Policía reporta saldo blanco en la marcha conmemorativa

CIUDAD DE MÉXICO (03/OCT/2010).- La Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF), informó que concluyó con saldo blanco la movilización que realizaron diversas organizaciones para conmemorar los hechos ocurridos el 2 de octubre de 1968.

La dependencia informó que en la marcha participaron por lo menos 15 mil personas, en su mayoría jóvenes que caminaron desde la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco hasta la Plaza de la Constitución en el Centro Histórico.

Durante el recorrido no se registraron incidentes de consideración, sólo algunas pintas en puentes y aceras, así como un intento de enfrentamiento con granaderos en inmediaciones de Garibaldi, en donde no se reportaron detenciones.  

Muchos de los negocios ubicados sobre la ruta que siguió la marcha, optaron por bajar las cortinas como medida de seguridad.

Con motivo de estas movilizaciones, la policía capitalina puso en marcha un operativo especial de vigilancia y vialidad en el que participaron seis mil 588 uniformados y 434 vehículos de las distintas corporaciones policiacas.

Luego de la marcha, se realizó un mitin en el Zócalo capitalino, los diferentes oradores coincidieron en que sólo a través de la unidad se podrá avanzar para conseguir las demandas sociales que requiere México.

El representante del Comité del 68 dijo, durante su intervención, que ese día los jóvenes demostraron la voluntad de lucha.

En el mitin realizado frente a Palacio Nacional indicó que México vive una situación particularmente difícil, con los miles de muertos en el país y el crecimiento del desempleo.  

Otro de los oradores fue el vocero del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Fernando Amezcua, quien reiteró que van a ganarle al Gobierno en su intención de desaparecer Luz y Fuerza del Centro (LyFC).

En Oaxaca, durante la marcha conmemorativa por los hechos ocurridos en Tlatelolco, fueron detenidos al menos cinco jóvenes “anarcopunks” por los disturbios protagonizados.

Con rostros cubiertos de paliacates y pasamontañas, cerca de medio centenar de manifestantes realizaron una serie de pintas a casas-habitación, comercios y vehículos.

Luego de varios minutos de tensión, los uniformados lograron el control de la situación y mantuvieron un operativo en la zona Poniente de la capital.  

TELÓN DE FONDO
Una herida sin cerrar

Diez días antes del inicio de los Juegos Olímpicos de 1968, estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN) se manifestaron en contra del Gobierno del Presidente Gustavo Díaz Ordaz por las injusticias contra un grupo estudiantil por parte del Ejército Mexicano.

El 2 de octubre de 1968, alrededor de 180 mil personas participaron en un mitin en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco promovido por el Consejo Nacional de Huelga para exigirle al Gobierno democracia.

Antes de terminar el mitin, soldados empezaron a disparar contra los presentes, muchos manifestantes que lograron escapar del tiroteo se escondieron en algunos departamentos de los edificios aledaños.

A 42 años de distancia, se desconoce la cifra exacta de los muertos y heridos.

El Gobierno mexicano informó en 1968 que fueron sólo 20, aunque especialistas en el tema revelan que fueron más de 60 los asesinados.

CRÓNICA
Monsiváis no se olvida

Decenas de personas de todas las edades y sin distingos de sexo, ocupación, raza, credo o condición social o política, llegaron al Museo Nacional de Antropología para tomar parte en el maratón de lectura en vivo “¡2 de octubre, Monsiváis no se olvida!”.

Se recordó que Monsiváis fue uno de los pensadores más destacados del México contemporáneo. Se honró su capacidad crítica, su estatura intelectual y asombrosa e innegable omnipresencia en los diversos escenarios.

Entusiastas jóvenes y nostálgicos adultos leyeron “El 68, la tradición de la resistencia”. En 1968 el movimiento estudiantil en la Ciudad de México, el suceso social, cultural y político más conocido de la segunda mitad del siglo XX mexicano, rechazó algunas políticas del Presidente Gustavo Díaz Ordaz.

Surgió entonces “El 68”, el término que reúne la suma de acontecimientos, la matanza de Tlatelolco, los pronunciamientos y las actitudes de cientos de miles de estudiantes.

“El 68, la tradición de la resistencia” es el iluminador relato de las semanas cuando, entre marchas, mítines, errores, sectarismos, proezas individuales y colectivas y tomas de conciencia, un movimiento no sólo estudiantil defendió los derechos humanos, término que todavía no se usaba aquí entonces.

Antes de escribir este libro, Carlos Monsivais ya le había dedicado al tema del 68 las crónicas de “Días de guardar” (1970) y los textos en “Parte de guerra” I y II (2002), en colaboración con Julio Scherer García. Esas crónicas reunidas en un libro de cabecera también fueron leídas durante el maratón.

En este libro, cabe apuntar, el autor revisa los materiales disponibles, los antiguos y los de acceso reciente, para escribir una imprescindible crónica de un movimiento atenido, valerosamente, a sus demandas de justicia, y la respuesta gubernamental.