Pide Rivera Carrera recuperar tejido social en misa navideña

CIUDAD DE MÉXICO (25/DIC/2011).- En la misa de Navidad, en la cual los cristianos celebran el nacimiento del hijo de Dios, el Cardenal Norberto Rivera oró porque se recupere el tejido social dañado y se genere otro más humano, de acuerdo con las enseñanzas de Jesucristo.

En la noche Santa de diciembre para los fieles católicos, el también arzobispo primado de México ofició en la Catedral Metropolitana la misa de la Natividad, donde explicó en su homilía el significado de este acontecimiento histórico para el mundo occidental.

El Cardenal Rivera Carrera partió de la representación de los nacimientos populares en México, donde la escenificación del nacimiento del hijo de Dios se destaca con una luz que ilumina la cueva del pesebre, mientras alrededor todo es tinieblas y oscuridad.

De la misma manera, agregó, el nacimiento del hijo de Dios hecho hombre representa la luz de la esperanza, que una vez aparecida en medio de las tinieblas es inextinguible, porque las tinieblas representan el interés propio, la amargura y la desesperanza ante un mundo oscuro y sin solución.

En tanto, la luz es la esperanza que guía a todos los hombres que la pueden ver, estableció el arzobispo primado de México.

El jerarca católico hizo ver que esa luz vence la desconfianza, los miedos y representa la esperanza de que hay una luz que sirve de guía en medio de las tinieblas y la oscuridad.

Justamente el nacimiento del hijo de Dios es la razón de ser de la Iglesia y, por extensión, de todos los hombres que aceptan la palabra eterna de Dios, que redime a través del perdón.

La noche de este 24 de diciembre, en el Centro Histórico de la Ciudad de México disminuyó notablemente la afluencia de visitantes, la mayoría de los comercios ya estaban cerrados.

De igual forma, las atracciones instaladas en la Plaza de la Constitución lucían obscuras y en silencio, pues todo estaba cerrado.

Dentro, en la Catedral Metropolitana, los fieles que asistieron a la misa de Navidad, ocuparon apenas la mitad del recinto.