Perfiles y personas

Las preferencias partidistas deben conducir a la eficiencia del gobernante en el poder para servir, sin concesiones de otra índole. Por desgracia, la inercia partidista ha venido canjeando la prioridad del propósito por la simple captura de triunfo con certeza y poder.

La aspiración democrática de los partidos se distorsionó sin que los candidatos cumplan con el perfil acorde a prioridades circunstanciales. Así transitamos el año actual, previo a los comicios, teóricas vertientes de mejor calidad de vida. Tal distorsión en la propuesta múltiple de precandidatos margina el principio básico del plan de gobierno acorde a prioridades sociales, ajenas a simples complicidades de conveniencia, inclinables a decepciones y descrédito del partido y sus propuestas.

El tiempo nos conduce a la cita del destino sin el sustento de un proyecto prudente, conciliador y dotado del respaldo ciudadano para enfrentar exitosamente la competencia global de innovación tecnológica.

Antes de proponer y en su caso postular candidatos para puesto alguno de elección, es imprescindible, o al menos deseable, diseñar el perfil idóneo de la persona con la capacidad real de cumplir con los principios ideológicos del Partido y con ellos elevar al rango de programa su gobierno al servicio de soluciones potenciales y viables.

El perfil de cualquier candidato es imprescindible encabezarlo con las cualidades básicas de su trayectoria: Honestidad y compromiso de servicio incluyente de capacidad para el cargo a que aspira; lo cual no es fácil encontrar en las condiciones actuales del entorno, a partir de la incredulidad generalizada en la sociedad y su correspondiente ausencia de participación.

La facilidad del diseño entraña la correspondiente dificultad de encontrar la persona. Pensemos en el complejo desempeño del presidente de la República y sus requerimientos de especialistas y asesores, en lo nacional y sus relaciones con el extranjero, o el gobernador de una entidad federativa con sus peculiaridades y no digamos la heterogénea geografía política municipal o distrital en sus acepciones federal y estatal.

Realmente para eso sirven los partidos, para definir propuestas a partir de su ideología, con las personas idóneas, capaces de cumplir y hacer cumplir responsabilidades sin concesiones, con creatividad para la coordinación de esfuerzos, puesto que el éxito o el fracaso de la Nación es responsabilidad de gobernantes y gobernados.

La tecnología ha establecido un parte aguas expositor de fuerzas y debilidades con sus correspondientes amenazas y oportunidades. Evitar unas y emplear las provocadoras de beneficio es complicado; requiere talento, vocación, visión, voluntad, capacidad, y más, en la persona, líder dotado de la inteligencia conductora de la población al fin estructurado de gobierno.

Dios nos guarde de la discordia.