Pavimentos: un paliativo

Posiblemente las personas que generalmente utilizamos el automóvil para trasladarnos en la ciudad estarán de acuerdo con un servidor: ya no se puede circular por las calles de la Zona Metropolitana de Guadalajara. La razón principal de ello tiene que ver con el exceso de vehículos en circulación, la falta de conciencia de nuestra parte —viajamos de a uno por vehículo—, la inexistencia de un servicio público adecuado, y por si todo ello fuera poco, “bachelandia” se queda corta ante lo que se tiene que sufrir a diario.

De ahí que el anuncio de la pavimentación de 33 de las más circuladas calles de la ciudad de Guadalajara viene a ser como un refresco en tiempo de calores —como los que ya estamos viviendo—, sobre todo si el pavimento va a ser hidráulico en la mayoría de los casos, pues la duración de los mismos es por lo menos como para una veintena de años o más, según me comentó en alguna ocasión un ex presidente municipal de Acapulco, a quien en su momento tildaron de “loco” por introducir el pavimento hidráulico en medio de calles que eran de arena y asfalto, “sin embargo —me dijo— yo estaba convencido de que con ello le hacía un bien a mis paisanos y a mí mismo, pues no pensaba cambiar de lugar de residencia, luego entonces, qué mejor que contar con pavimento para rato”.

“Al paso del tiempo —continuó— la gente se dio cuenta de que fue una buena decisión, y por si fuera poco, votaron por mí para que también fuera gobernador, lo que me llenó de satisfacción y pude seguir ayudando a mi gente durante otros años más, hoy vivo tranquilo aquí en Acapulco, la gente me ve y me recuerda con respeto, ‘el loco’ dejó de existir y yo por mi parte sigo pensando que más vale hacer bien las cosas de una buena vez”.

Hasta ahí la anécdota guerrerense, de la que bien vale la pena hacer alguna reflexión al respecto, pero volviendo a nuestra metrópoli es muy importante que todos los presidentes municipales de la misma hagan un esfuerzo extra de planeación para trabajar de manera uniforme y se le pueda dar seguimiento a la interconexión de vías —sin distingo de partido político— para que Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá, Tlajomulco (por lo menos los municipios más interconectados) presenten una “mancha” urbana que invite a ser transitada, visitada y disfrutada, vamos, que sea “negocio” para todos, que todos pongan su parte y todos ganen lo que hayan de ganar —en el buen sentido de la palabra—, pero sobre todo que la ciudadanía y quienes nos visitan puedan desplazarse de la mejor manera posible.

La repavimentación es apenas un paliativo… pero bienvenida.