Para la ultra derecha, Marcelo ''sí es un peligro para México''

Para nadie es novedad que todos los partidos de la llamada izquierda partidista tienen como objetivo “tumbar a costa de lo que sea” al más aventajado presidencial, el priista Enrique Peña Nieto”.

La razón del comportamiento “obsesivo compulsivo” de un sector de la clase política es que Peña Nieto está en condiciones de “fuga”. Es decir, si no lo paran, repetirá “la fuga” de Vicente Fox en 2000 y la de López Obrador en 2006. En pocas palabras, que si los aspirantes presidenciales de la izquierda logran “tumbar” al mexiquense como el más aventajado, todos los presidenciables —de todos los partidos— entran al rango de competencia.

Pero lo que pocos saben es que si la izquierda pretende aniquilar electoralmente a Peña Nieto la ultraderecha mexicana intenta hacer lo mismo con Marcelo Ebrard, el incontenible jefe de Gobierno, es decir, que para la ultraderecha mexicana —El Yunque y sus afluentes, como el Dhiac, Ancifem, Unión de Padres de Familia y sectores de la jerarquía católica—, el verdadero peligro para la sucesión de 2012 no es López Obrador, tampoco Peña Nieto, sino Marcelo Ebrard.

A nadie sorprende que en los últimos cuatro años la jerarquía católica mexicana emprendió una campaña mediática de rencor, odio y polarización contra el jefe de Gobierno. ¿La razón? Que Marcelo Ebrard sí cumplió las promesas de un gobierno de izquierda: la despenalización del aborto, la píldora del día después, matrimonios entre personas del mismo sexo y adopción entre parejas gay, además de una modalidad de eutanasia. Todas esas promesas que, en su momento, no cumplieron ni Cárdenas ni López Obrador.

Ahora resulta que —en sentido contrario a la confusión que se intenta con la reedición de viejas historias como que López Obrador es “un peligro para México”— para la ultraderecha, la jerarquía católica y para grupos radicales como El Yunque, el “verdadero peligro para México” es Marcelo Ebrard y su incontenible candidatura presidencial. Y no es casual que cuando Marcelo inicia su periplo para promover su gobierno y su candidatura por todo el país aparece una furiosa jauría de ultraderecha que intenta crucificar al jefe de Gobierno por “cometer el pecado” de impulsar la despenalización del aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo y que esas parejas puedan adoptar. Esa ultraderecha intolerante es a la que “le da asquito” que el jefe de Gobierno del Distrito Federal se pueda convertir en jefe del Estado y del Gobierno en julio de 2012.

Pero la guerra de la ultraderecha apenas empieza. Y por curioso que parezca y ridículo que resulte, esa ultraderecha podría ser determinante para que esa misma izquierda destruya a Marcelo Ebrard y haga su candidato a López Obrador. ¿Qué tal? El mundo de cabeza.