Para Córdova, alza a cigarros es insuficiente

CIUDAD DE MÉXICO (21/OCT/2010).- El aumento de siete pesos por cajetilla de 20 cigarrillos que autorizaron los diputados, y del que sólo falta la aprobación del Senado para que se haga efectivo, resultó el tema excluyente y polémico de la Ley de Ingresos de la Federación para 2011.

Para argumentar el tema, el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, acusó que las empresas tabacaleras siempre amenazan con retirar sus inversiones del país, y no quieren ser parte de la solución del problema ocasionado por el consumo del tabaco.

Reconoció que si bien el incremento de siete pesos por cajetilla de cigarros aprobado por la Cámara de Diputados es insuficiente, este aumento permitirá, entre otras cosas, inhibir en los jóvenes el consumo de este producto.

Recordó que la propuesta inicial era de 10 pesos, con lo cual se obtendrían alrededor de 25 mil millones de pesos por impuestos.

Con siete pesos por cajetilla, se podrán obtener alrededor de 15 mil millones más, que en total serían 38 mil millones.

Sin embargo, precisó, todo el sector Salud gasta alrededor de 45 mil millones, “por lo que todavía hay un déficit”.

El funcionario comentó que esta medida que entrará en vigor el próximo año es una de las acciones de mayor trascendencia en salud pública, ya que contribuirá a evitar muertes prematuras anuales por enfermedades que son consecuencia del consumo de tabaco.

Precisó que el aumento del precio se suma a otras acciones que lleva a cabo México para dar cumplimiento al Convenio Marco para el Control del Tabaco con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Entre ellas, la Ley General para el Control de Tabaco, que obliga a contar con áreas libres de humo de tabaco y la eliminación de la publicidad de productos de este tipo.

Además, la presencia de pictogramas en las cajetillas y en los paquetes de cigarros que ya está en marcha, pero que será a partir del primero de enero tendrá vigencia plena, y el aumento en el costo de tabaco.

Sin marcha atrás

El presidente de la Comisión de Salud del Senado, el panista Ernesto Saro, advirtió que el aumento de siete pesos al cigarro, esta vez no podrá ser cancelado por las empresas tabacaleras ni por los cabildeos, una vez que la ley de ingresos llegue a la cámara alta.

Ante el amago de las tabacaleras por dicho aumento, el senador confió en que están blindados para evitar la presión de estos consorcios, los cuales utilizan argumentos que son poco creíbles, como ése de que afectará a los productores nacionales de tabaco, pues recordó que de 80 a 90% del producto es importado.

Agregó que con el aumento de siete pesos avalado a los cigarros en San Lázaro, se dejarán de consumir en México anualmente 400 millones de cajetillas.

La presidenta de la comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación de la Cámara de Diputados y promovente del incremento, Esthela Damián Peralta (Partido Revolucionario Institucional), consideró un “chantaje barato” la advertencia de las tabacaleras.

“Hoy no funcionaron los viajes, regalos, ni cabildeos que buscan la suma de votos a cambio de prebendas, y en el caso del Senado lo que quieren las tabacaleras es intimidar, cuando deberían ser empresas socialmente responsables, porque son empresas que provocan muerte y enfermedad y no quieren hacerse cargo de nada en el país”.

En tanto, el presidente de la comisión de Salud en San Lázaro, el panista Antonio Osuna Millán, aseguró que a pesar del incremento de impuestos por cajetillas de cigarros, las empresas tabacaleras continuarán recibiendo ganancias en México, pues en otros países el tabaco es mucho más caro y no han retirado inversiones.
“En otras sociedades pagan más impuestos y creo que siguen obteniendo ganancias porque siguen funcionando”.

En el Senado, firmes

Senadores de distintas fuerzas políticas advirtieron que no se dejarán presionar por las empresas tabacaleras que ya amenazan con reiterar inversiones del país, por el aumento a los cigarrillos, cuyo dictamen recibirá el Senado de la República.

El coordinador del PRD en el Senado, Carlos Navarrete, dijo que no cree en los “amagos” de las tabacaleras pues ganan demasiado dinero como para retirarse de un mercado tan atractivo como el de México. “Se están tirando al piso literalmente frente al Congreso para ver si logran una rectificación”.

FRENTE A FRENTE

Las razones de ambos bandos

Tabacaleras

British American Tobacco (BAT) y Phillip Morris (PM) anuncian que por falta de certeza jurídica retirarán sus inversiones del país.

Phillip Morris argumenta que el “impuesto al tabaco es siempre la salida fácil. La industria del tabaco es hoy el contribuyente privado más grande de México y lo seguirá siendo, si así se desea, siempre y cuando exista certeza jurídica”.

Carlos Humberto Suárez, director de asuntos corporativos de BAT, reconoce que el precio del aumento no inhibe el consumo, pero aclara que el consumidor busca el producto en el “mercado negro”, por lo que fomentaría el crimen organizado.

Suárez agregó que la industria tabacalera en el país es una cadena productiva que involucra a casi 500 mil puntos de venta, casi siete mil productores tabacaleros y a cinco mil empleados. “Estamos defendiendo nuestra industria y la cadena productiva”.

Diputados y Gobierno federal

Ernesto Saro,  presidente de la Comisión de Salud del Senado, afirma que el impacto a la cajetilla de tabaco dejará de afectar a 11 millones de mexicanos que fuman y a 30 millones de fumadores pasivos.
Las diputadas Esthela Damián Peralta y Vidal Llerenas coincidieron en que el objetivo es evitar el tabaquismo en jóvenes, pues hoy en día se consume el primer cigarro a los 13 años y 165 personas mueren diariamente por enfermedades del tabaco.

El presidente de la comisión de Salud en San Lázaro, Antonio Osuna Millán, aseguró que aunque en otros países el tabaco es mucho más caro (ver gráfico), las tabacaleras no han retirado inversiones.

El secretario de Salud, José Ángel Córdova, afirma que México busca cumplir con el Marco para el Control del Tabaco con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Fuman 11 millones de mexicanos

El jugoso negocio de vender humo

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Más de mil 600 millones de personas son fumadores a nivel mundial, esto quiere decir, que uno de cada cuatro habitantes consume cotidianamente cigarros y cajetillas. En México, esta cifra es de 11 millones de fumadores que fuman alrededor de 43 mil millones de cigarros al año con una facturación que supera los 50 mil millones de pesos.

El mayor mercado a escala mundial es Estados Unidos, donde 600 mil millones de cigarros de todo tipo son consumidos en un año, 15 veces más que México, con una población tres punto cinco veces mayor.
En México y a nivel mundial, dos grandes compañías dominan el mercado. Por un lado está la empresa norteamericana Phillip Morris (PM) que controla 66% de las ventas, unos 30 mil 500 millones de pesos al año.

La competencia es British American Tobacco (BAT) que ha aumentado considerablemente sus ventas en los últimos años, al punto que rebasó la línea de 15 mil millones de pesos.
A escala mundial, estas dos marcas en conjunto con Japan Tobbaco Internacional acaparan la venta de uno de cada tres cigarros que se consumen en el planeta, siendo empresas chinas, indias y europeas las competidoras en este rubro.

En términos globales, las tabacaleras son auténticos gigantes financieros con ganancias que envidian países completos. La PM tiene un precio de mercado que se calcula en 90 mil millones de dólares, todo el Producto Interno Bruto de Centroamérica.

¿Qué pasa si se van?

La primera afectación si las compañías tabacaleras deciden dejar el mercado mexicano es el empleo. Las dos principales productoras de cigarros cuentan con cinco mil plazas de trabajo directo que desaparecerían ante el retiro de la inversión. En esa misma línea, de manera indirecta, la retirada traería consecuencias para más de 30 mil agricultores y jornaleros que dependen de las tabacaleras para su manutención.

Sin embargo, un impacto positivo sería el renacimiento de la industria de producción de tabaco mexicana que sólo posee 1% del mercado en la actualidad, unos 500 millones de pesos. De la misma manera, los impuestos aumentarían la recaudación en 50 por ciento.

En la actualidad, el Gobierno federal logra captar un poco más de 23 mil millones de pesos por impuestos a las cajetillas de cigarro, los siete pesos extra elevarían a 35 mil millones de pesos la cantidad recaudada por concepto de impuesto especial al tabaco.