Páginas históricas por escribirse

¿Cómo será recordado el Bicentenario de la Independencia en 2110?

Por lo menos el día de hoy la nota más importante de la celebración del 15 de septiembre de 2010, fue que se celebró en paz en todo el país.

Pero había mucha preocupación de que este Bicentenario se pintara de rojo.

De hecho en 14 ciudades en el país simple y llanamente se tuvieron que cancelar los festejos debido a los problemas de inseguridad.

Saldo blanco para esta celebración del Bicentenario es en verdad una hazaña.

En el caso de los festejos de 40 millones de dólares, presenciado por sólo 64 mil personas en vivo en la ceremonia, pero también hubo más de 74 mil militares y policías que fueron destinados a mantener la seguridad.

Y aunque hubo algunos reportes de que algunos individuos trataron de ingresar al área de festejos con granadas y armas, la verdad es hay que felicitar no sólo a las autoridades de la Ciudad de México, sino del resto del país, por sus esfuerzos por proteger a los millones de mexicanos que salieron a las calles a celebrar.

Recordemos que fue hace solamente dos años cuando, en el Centro Histórico de Morelia, donde se encontraban congregadas 30 mil personas, se lanzaron dos granadas durante las celebraciones patrias.

Este atentado dejó ocho muertos y un centenar de heridos. Hasta la fecha no es claro el motivo de este ataque, a pesar de que se tienen detenidas a tres personas. No ha habido una condena.

Aunque usted no lo crea, se está debatiendo si se les puede acusar a estos individuos de actos terroristas.

Pero lo más preocupante es que unos especialistas señalan que una de las razones por las que ha sido imposible condenarlos, es que no hay pruebas suficientes, o que tal vez los tres acusados no son culpables.

Este incidente en particular nos recuerda lo endeble que son las instituciones de justicia en este país.

A diario tenemos partes de guerra por parte del Gobierno, donde presumen la cantidad de “capos” y narcos detenidos. Pero nadie habla de cuántos de éstos se condenan.

Lo que sí sabemos es que de todos los delitos denunciados en este país, hay 98% de impunidad. Así que calculen cuántos narcos y asesinos enfrentan penas que de verdad podrían aminorar su capacidad de delinquir.

Por más seguridad que ha invertido el Estado mexicano para asegurar que no hubiese un atentado durante las fiestas patrias, la verdad es que hubiera sido fácil que un grupo o un individuo decidiera llevar a cabo un atentado.

Hubo reportes que se detuvieron entre cinco y ocho Zetas que buscaban llevar a cabo un atentado en Cancún. Si el atentado de Morelia nos sirve de ejemplo, probablemente nunca se sabrá la verdad.

Si tenían las intenciones de llevar a cabo un atentado terrorista donde podrían morir un número importante de inocente, y por qué.

También se reportaron balaceras en Nuevo León —en este caso fueron 19 los muertos— y en Jalisco colgaron de un puente a dos hombre desnudos asesinados, pero eso sí, ataviados con bigotes y sombrero ranchero.

Se ve que el crimen organizado no se agarró los tres días festivos de descanso que decretó el Presidente Felipe Calderón.

Ante la realidad que está enfrentando el país, el que no hubiese un atentado durante los festejos del 15 de septiembre parece casi un milagro.

Ante el telón de inseguridad que se vive en el país, cualquier acto de violencia durante uno de los festejos hubiera marcado pautas de cómo se recordaría históricamente no sólo estos festejos, sino cómo también se recordaría la administración del Presidente Felipe Calderón.

Pero generalmente la historia no subraya ni recuerda “lo que pudiera haber sucedido”, y generalmente documento hechos actuales.

La otra nota de estos festejos Bicentenarios fue el llamado de unidad para Calderón que lanzaron los ex presidentes Carlos Salinas de Gortari y Vicente Fox.

En cualquier otro momento, tal vez el Presidente Felipe Calderón se hubiera infartado de recibir públicamente tal apoyo.

Pero en esta coyuntura, cuando el Presidente está buscando un acuerdo nacional para decidir cómo enfrentar los grandes retos del país —inseguridad y desempleo—, cualquier palmadazo es bienvenido.

Pero una celebración sin muertos, y el respaldo de dos presidentes cuestionados no es suficiente para definir cómo se recordará esta celebración en el Tricentenario.

También hay que subrayar que una celebración, por más espectacular que haya sido, tampoco definirá cómo recordarán nuestros bisnietos esta difícil época para México.

Las páginas históricas del Bicentenario todavía no se han escrito.