Viernes, 29 de Noviembre 2024
México | Guerrero, al filo del Estado fallido

Padece Acapulco una de las peores crisis

Durante el 'puente' del 20 de noviembre se registró apenas 50.3% de ocupación hotelera. Son los efectos negativos del caso Iguala

Por: EL INFORMADOR

17 de octubre. Manifestación en Acapulco para exigir la aparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. AP /

17 de octubre. Manifestación en Acapulco para exigir la aparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. AP /

GUADALAJARA, JALISCO (25/NOV/2014).- Los hechos de Ayotzinapa han desatado un sinnúmero de protestas callejeras y han golpeado las expectativas de los comerciantes: la ocupación hotelera en Acapulco se cayó, y el fin de semana largo con motivo del 20 de noviembre se registró apenas 50.3% de ocupación, 20 puntos menos que el año anterior, reporta el Ayuntamiento. El turismo es la principal fuente de ingresos del puerto, y es lo que mueve la economía local.

Sobre la Avenida Costera de Acapulco yace un negocio de comida con las puertas abiertas, sin empleados y con los muebles en venta. Pertenece a Laura Caballero, presidenta de la Asociación de Comerciantes Establecidos en La Costera. Ella tuvo que cerrar su negocio después de que el crimen organizado le quiso cobrar cuota.

“Yo no me presté a la negociación y preferí cerrar”, reclama Laura desde afuera de su negocio. “El caso Iguala nos vino a dar el tiro de gracia”.

Desde La Costera, ícono del puerto de Acapulco, la comerciante lanza un grito de alerta para rescatar al principal polo económico de Guerrero: “Acapulco tiene muchos años que, lejos de irse viendo como una ciudad próspera, viene cayendo”. El llamado “Buen Fin” en Guerrero no incrementó las ventas como esperaban los empresarios porque fue boicoteado a través de diversas acciones, como el cierre de centros comerciales en Chilpancingo; otras empresas bajaron las cortinas por decisión propia para evitar ser saqueadas o vandalizadas.

Otro dato que expone los serios problemas del Estado es el Índice de Competitividad Estatal del Instituto Mexicano para la Competitividad 2012, en el que se ubica a Guerrero, Chiapas y Oaxaca en los tres últimos lugares en el ranking nacional. Además, es de los estados que menos aportan al Producto Interno Bruto (PIB). Con 1.4%, se ubica en la octava posición nacional, mientras que con una población similar, Baja California, aporta 2.8% al PIB nacional.

El “Doing Bussiness 2014” del Banco Mundial clasifica a Acapulco en el lugar 29 como peor lugar para hacer negocios de entre las 32 principales ciudades de los estados, y de acuerdo al Ranking Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2013, publicado por el Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT), se ubica en la posición 31 de las 32 entidades, sólo por delante de Campeche. Claves todas de la tragedia de Guerrero hoy.

Corrupción

Esta tarde de noviembre decenas de policías sentados bajo los árboles, en las banquetas o en sillas de plástico, comienzan a ponerse de pie cuando ven entrar un taxi al estacionamiento de la base de la Secretaría de Seguridad Pública de Acapulco. Un par de ellos ayuda a una mujer a bajar una inmensa olla del auto y la colocan sobre una mesa. La señora sirve en platos desechables porciones de chilaquiles, mientras que la fila de policías que esperan su ración se hace cada vez más extensa.

Estos elementos están aglutinados en la Asamblea de Policías Municipales de Acapulco que se reúnen todos los días a las afueras de la base policial para conocer los detalles de su caso. Suspendieron labores desde hace cuatro meses, lo que llevó al alcalde Luis Walton Aburto a solicitar la presencia de la Gendarmería Nacional. Desde entonces, en las calles de Acapulco, la ciudad más importante del Estado, prevalece el caos: algunos semáforos no funcionan, los conductores infringen las reglas de tránsito, los embotellamientos son frecuentes, y los robos y delitos comunes van al alza.

El abogado que hace las veces de vocero de los elementos, reclama que mientras a los policías les regatean las refacciones para las patrullas, el Gobierno presume de fuertes inversiones en seguridad. En marzo pasado, cuando iniciaron los reclamos, el Ayuntamiento de Acapulco informó que la mitad de los mil 600 elementos municipales había reprobado el examen de control y de confianza, pero que no los podían dar de baja porque no tenían recursos para la liquidación.

El desplazamiento


El problema de inseguridad guerrerense explota en todas las regiones, no sólo en las ciudades más importantes. Desde finales de 2012 fueron desplazadas de la Sierra de Coyuca de Catalán decenas de familias que se refugiaron en Ayutla.

Los desplazados no tienen tierras para vivir ni sembrar, y esto los obliga a depender de los programas sociales que les gestiona el Gobierno. Tras dos años de lo sucedido, el Gobierno ha sido incapaz de garantizarles el retorno a sus tierras de donde fueron expulsados a balazos. Gabino Solano menciona que el clima de crispación y pobreza social del Estado inició desde hace décadas, por lo que se necesita un cambio total de la forma de hacer política. “El sistema político guerrerense ha sido de atraso, de cacicazgo, de una dependencia del centro, de violencia”, expone el maestro.

VOCES
El conflicto

Desde hace más de cuatro meses, toda la policía municipal de Acapulco se encuentra en paro… los elementos piden mejores condiciones laborales y que no se utilice políticamente el examen de control y confianza

Laura Caballero, presidenta de la Asociación de Comerciantes Establecidos en la Costera.

Guerrero se halla en una crisis económica y política profunda, particularmente tras la desaparición de los 43 jóvenes de Ayotzinapa… Las marchas, bloqueos y la relación de la política con el crimen organizado han colocado (al Estado) en una de las peores crisis

Jesús Lemus Beltrán, asesor jurídico de los policías en paro.

Dentro de ese plan de acción para presionar a las autoridades a que hagan su trabajo, a que entreguen con vida a los estudiantes normalistas, se tomó el acuerdo de tomar los 81 ayuntamientos de Guerrero… Esta toma corresponde a esa acción

Marco Antonio Adame, dirigente magisterial.

A finales de agosto, los de aquí mataron a un muchacho de la prepa 27. La corrupción y el cobro por un cupo universitario ha permeado en varias escuelas públicas, tanto que ha sido señalado por el Ayuntamiento como uno de los factores que generan violencia…

Nohemí Barrueta, maestra de la prepa 17.

SABER MÁS
Saldo

El pasado 23 de octubre renunció el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre. Pasó más de un mes de manifestaciones que exigían la salida del mandatario por el caso de Iguala.

Mientras la Procuraduría General de la República todavía no resuelve el caso de los 43 estudiantes, también fueron detenidos el alcalde con licencia en Iguala, José Luis Abarca, y su esposa María de los Ángeles Pineda, los principales responsables de la desaparición de los normalistas.

LA PRESIDENTA EN LA MIRA
Olor a sangre


Juan R. Escudero es un municipio importante para la geografía criminal: se encuentra a unos cuantos metros de la Autopista del Sol, justo en medio de Chilpancingo y Acapulco. Este punto es una zona codiciada y controlada por el grupo criminal Los Rojos, opositores de los Guerreros Unidos, presuntos autores materiales de la desaparición de los 43 jóvenes de Ayotzinapa.

En estas tierras, hace cinco meses y tras un secuestro de casi un mes, fue hallado muerto y con huellas de tortura Mario Rico Ramírez. Esta muerte se hubiera perdido entre los miles de homicidios anuales que registra el Estado si no fuera porque se trató del escolta y chofer de la alcaldesa de ese municipio, Elizabeth Gutiérrez Paz, una mujer de 1.70 metros de estatura, cabello abultado y oscuro, de caminar erguido y con una decena de pulseras en los brazos a la que apodan “La Potra” o “La Patrona”.

Ella fue acusada por Anastasio Rico, padre de la víctima, de haberlo mandado matar: “Si algún día mi hijo pierde la vida, no hay más que La Patrona”, dijo entonces. Este hombre de la tercera edad y con problemas visuales, que vive en una casa de madera con techos de láminas, declaró tener miedo de que la presidenta fuera a “completar” con él, ya que Gutiérrez Paz y su esposo Adán Sandoval son señalados de pertenecer a Los Rojos.

“Ella es parte de toda la estructura. Me lo dijeron sus policías cuando los detuvimos la primera vez”, cuenta Bruno Plácido Valerio, líder de Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).

Esa primera vez de la que habla Plácido sucedió en marzo de 2013, cuando fue asesinado el comandante comunitario, Guadalupe Quiñones Carbajal. Entonces la Policía Ciudadana sitió el municipio con cerca de dos mil elementos y detuvieron al director de Seguridad Pública, Óscar Ulises Valle García, y a 14 municipales acusados de haber matado a su compañero por órdenes del grupo delictivo que domina la zona.

“Se sabe que Los Rojos ordenaron matarlo para que nosotros no pudiéramos ingresar a Tierra Colorada, y quien operaba ahí era el director de Seguridad Pública, Óscar Ulises Valle”, enfatiza Plácido.

Tras los sucesos, Ulises Valle fue depuesto del cargo; sin embargo, hace apenas cuatro meses el aún presidente de la Cámara Nacional de Comercio de Chilpancingo, Pioquinto Damián Huato, lo acusó de ser líder de una célula de Los Rojos que extorsiona a madereros en la capital guerrerense.

A principio de año y antes de hacer estas revelaciones, el líder empresarial y ex diputado federal por el PRD sufrió un ataque a balazos donde su nuera perdió la vida. Una hora antes del atentado, se encontraba en El Ocotito, comunidad donde acusó al alcalde de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos, de estar coludido con los grupos criminales.

“No le digo ni presidente porque para mí no es. Él escogió estar en contra del pueblo y quiso estar al lado de los criminales”, dijo ante pobladores.

FRASES

"
A mí se me relaciona con el narcotráfico, pero que se me investigue No voy a pedir licencia… si se me encuentra culpable que se me castigue "

Guadalupe Gutiérrez Paz,
presidenta municipal de Juan R. Escudero.

LAS PREPARATORIAS. FOCO ROJO
Las raíces de la violencia


Dos policías estatales con rifles R15 resguardan la entrada de la Preparatoria 17 de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), donde una bandera rojinegra anuncia el paro laboral que desde el pasado 11 de noviembre mantienen maestros.

La presencia de los policías no es cosa menor. Grupos de alumnos de esta escuela ubicada sobre la Avenida Ruiz Cortines forman parte de pandillas que constantemente escenifican trifulcas dentro o fuera del plantel en contra de estudiantes de las prepas vecinas.

La operación de estas pandillas ha encendido las alertas del sistema municipal porque se han convertido en una cantera para el crimen organizado, alertan maestros y autoridades.

La pandilla más famosa es la MS o “Los Maus”. Sin embargo, esta banda no es la única, revela un diagnóstico hecho por el municipio y que forma parte del “Programa Nacional para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia 2013”.

El documento señala que las pandillas “más peligrosas” son las de las preparatorias 2, 27 y 17, y destaca que entre los problemas más fuertes en el ámbito educativo están la extorsión de estudiantes de secundaria y preparatoria para que sean aprobados por los profesores.

Sobre la Avenida Ruiz Cortines, donde se ubican estas tres preparatorias de la UAGro, constantemente hay peleas campales entre las pandillas que buscan “defender” su territorio, cuenta Jorge, un joven de cabellos alborotados que esta mañana de noviembre esta con sus amigos afuera del salón de clases por el paro indefinido de labores que han emprendido sus maestros.

“Es fácil identificar al integrante de una pandilla”, apunta. “Si es hombre, usa pantalones holgados, cabellos parados o algún mechón que lo identifique. Si es mujer usa faldas o shorts muy cortos, la ceja delgada y los cabellos teñidos de diferentes colores. Todos andan en grupo de al menos 10 chavos y acostumbran sentarse en el mismo lugar. Además es común verlos con sus cuchillos o machetes, y cuando la Policía se los decomisan o lo pierden, les piden a la gente, con un bote en mano: “Cooperen pa’l machete”.

Una amiga de Jorge, también estudiante de la Preparatoria 17, cuenta que aunque los pleitos más fuertes suceden afuera del plantel, también ocurren dentro.

Uno de los ritos que realizan y que graban en sus teléfonos celulares para después subirlos a la red, consiste en que el chavo o chava que quiera ingresar a la pandilla debe ser golpeado por sus compañeros a puños y patadas a fin de que resista y pruebe su valor, algo parecido a los ritos de las maras centroamericanas.

A este acto se le conoce como “brincar” y comúnmente lo hacen en algún lugar alejado de la vigilancia de los policías.

La profesora Nohemí Barrueta Hernández, coordinadora del Departamento Sicopedagógico de la Preparatoria 17, dice que en ese plantel tienen identificadas a dos pandillas, pero en el resto de las escuelas hay muchas más: “Son pandillas que matan, asesinan; a finales de agosto mataron a un muchacho de la prepa 27”.

Aunque se estableció un programa en el departamento que ella encabeza para atender a muchachas embarazadas o violadas, jóvenes que usan drogas o que son golpeados en sus casas, entre otros problemas, el esfuerzo no ha rendido frutos porque las mismas autoridades del plantel minimizan los problemas de sus alumnos.

“Yo le decía al director pasado: hay que ver a los muchachos, tenemos que pasar a los salones; traen semejantes cuchillotes, semejantes navajotas. Pero como las autoridades los apoyan, los muchachos ya no te respetan”.

“Los brincados”

Un joven de preparatoria es rodeado por un grupo de al menos ocho estudiantes que al escuchar la orden de uno de sus compañeros comienzan a aventar patadas y puñetazos mientras otro de ellos graba la escena. El joven agredido se lleva las manos a la cara en posición de defensa, pero se deja golpear. Unos cuantos segundos después los estudiantes que visten uniforme de la preparatoria de la UAGro le extienden la mano y afilan una sonrisa.

El muchacho que minutos antes terminó en el piso les devuelve el gesto y choca las palmas con cada uno de sus agresores. Desde ese momento el joven forma parte de la pandilla: es un “brincado”.

Este rito de iniciación es parte de las costumbres que han emprendido las pandillas de las preparatorias en Guerrero, donde las agresiones, los golpes y los insultos son habituales.

Respecto a las decenas de videos que circulan en Youtube sobre estos ritos y pleitos entre pandillas, y donde se observa a estudiantes de la Preparatoria 2, el subdirector de este plantel, Luis Candia Celestino, asegura: “Desconozco, no he visto los videos, pero al menos aquí en la preparatoria no he escuchado de ese tipo de ritos”.

El abandono educativo

La organización no gubernamental Mexicanos Primero elaboró un estudio titulado “Estado de la Educación en México 2013”, en el que se diagnostica que hay un “abandono y rezago” de los estudiantes y relaciona el estado de la situación educativa con la condición socioeconómica que enfrentan los niños y jóvenes en Guerrero.

“Tres de cada cuatro niños y jóvenes guerrerenses entre 0 y 17 años de edad se encuentran en condiciones de pobreza. De estos, 40.1% se encuentran en pobreza moderada y 34.5% en pobreza extrema. En resumen, de la población potencial para la educación obligatoria, alrededor de un millón sufren de graves carencias”, señala el documento.

Eso es para quienes pueden estudiar. Pero en general, el panorama educativo en el Estado no es alentador: 17 de cada 100 personas de 15 años y más no saben leer ni escribir (a nivel nacional la cifra es de 7). En otra arista, 15 no tienen ningún grado de escolaridad y sólo 55 de cada 100 tienen la educación básica terminada, revelan del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Las cifras de la Red por los Derechos de la Infancia 2013 abonan a este panorama: 85 mil 874 jóvenes de 15 a 17 años no asiste a la escuela; es decir, 36.6% de la población que debería cursar la etapa media superior no acude a clases.

Además, un total de 55 mil 796 jóvenes de entre 12 y 17 años no estudia ni trabaja, y sólo el 56.6% de la población de 16 años ha terminado la secundaria.

El estudio “Estado de la Educación en México 2013” detectó en Guerrero una mala aplicación de los recursos públicos en el sector educativo. Por ejemplo, en el Fondo de Aportaciones a la Educación Básica y Normal (FAEB) hay irregularidades, como el pago a trabajadores comisionados al SNTE y no identificados como personal laboral por los directores o responsables de los centros de trabajo.

En el documento se explica: “Además de la herencia y venta de plazas, y de la colocación de funcionarios intermedios en las estructuras de administración, al sindicato se le ha permitido fraccionar plazas vacantes para que ingrese un mayor número de maestros utilizando el presupuesto asignado”.

Maro Antonio Adame Bello es el líder del Sindicato Único de Trabajadores del Colegio de Bachilleres de Guerrero. Reconoce que la situación de los maestros no es fácil porque existe “represión del Gobierno”, pero además por la violencia e inseguridad.

Hace tres años se movilizaron en Acapulco contra el crimen organizado. “Hubo una crisis, (los delincuentes) estaban cobrando en las escuelas, llegaron a cobrar una cantidad por alumno. A los maestros les pedían una cantidad de sus aguinaldos, pero salimos a las calles, levantamos un gran movimiento, llegó el (operativo) Guerrero Seguro, pero ahora nuevamente vuelve lo mismo”, lamenta el maestro parte del grupo de docentes que tienen tomado el Ayuntamiento de Acapulco por la misma razón.

FRASE

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(Hace tres años) hubo una crisis, (los delincuentes) estaban cobrando en las escuelas (por alumno). A los maestros les pedían una cantidad de sus aguinaldos, pero salimos a las calles, levantamos un gran movimiento… pero ahora nuevamente vuelve lo mismo "

Maro Antonio Adame Bello,
el líder del Sindicato de Trabajadores del Colegio de Bachilleres de Guerrero.

LA CIFRA

43 la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa agudizó la crisis de Guerrero.

1 Guerrero es el primer lugar nacional por tasa en homicidios dolosos en 2013 y 2014.

29 lugar en el que está Acapulco como municipio para hacer negocios, según el Banco Mundial.

3 de cada cuatro niños y jóvenes guerrerenses se encuentran en condiciones de pobreza en Guerrero.

55 mil jóvenes de entre 12 y 17 años no estudian ni trabajan (“ninis”) en la Entidad guerrerense.

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