Otra vez los maestros

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) hace un fuerte llamado: “La reforma en política pública más importante que México puede hacer, para mejorar los resultados educativos de sus jóvenes, es construir un sistema sólido que permita seleccionar, preparar, desarrollar y evaluar a los mejores docentes para sus escuelas”, y tiene razón: se necesita construir un sistema sólido… porque el que existe dista mucho de serlo.

Pero lo dicho por la OCDE ha sido tomado por algunos para, otra vez, cargar la culpa en los maestros y disculpar al errático y deficiente sistema de educación que el país tiene y que la OCDE denuncia.

Otra vez, quienes dirigen la educación en México tratan de lavarse las manos poniendo todo el peso de sus yerros a los maestros, sin enterarse de que ellos, los maestros, son producto de las políticas, decisiones y haceres del actual sistema de educación.

Y la OCDE habla sin tapujos, pero pocos le quieren entender… Porque la OCDE enfatiza que para mejorar al sistema de educación —luego el actual no es bueno—, es indispensable “definir la enseñanza eficaz de un maestro”, porque la SEP hoy no cuenta siquiera con parámetros para lograr ese perfil…

Porque la OCDE demanda “atraer a los mejores aspirantes”, lo que lleva a mejorar las condiciones salariales y de trabajo, algo que aún hoy no se realiza pese a las muchas promesas…

Porque la OCDE demanda “fortalecer la formación inicial de los docentes”, y nuestro sistema de educación ha cerrado escuelas normales rurales y sigue sin elevar el presupuesto para mejorar las existentes…

Porque la OCDE exige “garantizar el financiamiento para todas las escuelas”, y la SEP pone el peso del mantenimiento escolar a los padres de familia; escatima recursos para fortalecer bibliotecas, cancela la posibilidad de que los estudiantes cuenten con el apoyo de gabinetes psicopedagógicos y, por conveniencia económica, no sanciona la venta de toda comida “chatarra”…

Y la OCDE pide que “se incluyan reconocimiento a los maestros” y el actual sistema de educación lo que hace es señalarlos como culpables y quitarles toda valía social para dejarlos como culpables…

Culpables de que quienes dirigen a la educación no sepan de educación… Culpables los maestros de que la prioridad en este sexenio no sea la educación…

Culpables los maestros de que no haya recursos para recibir a todos los estudiantes que lo solicitan… Culpables los maestros de que los padres de familia, presionados por el actual sistema económico, deban dejar a sus hijos sin atención para enfrentar dobles jornadas laborales…

Sí, curiosa forma que tienen algunos de leer los dictámenes de organismos internacionales… curiosa y trastocada manera que tienen quienes debieran saber que los maestros, la mayoría de ellos, hacen un trabajo contracorriente que ha logrado rescatar lo poco que queda de educación en este país.