Ochenta y un pares de zapatos

La foto muestra el cadáver de una joven con el cuerpo desvanecido. Su cabeza quedó recargada en la esquina que forma su hombro izquierdo. Los brazos, flojos, sueltos; uno, en medio de sus piernas.

Semidesnuda. Inerte. Vulnerable. Al parecer estaba embarazada. La asesinaron con dos balas. La encontraron entre costales con prendas femeninas. Es la imagen que no quisiéramos ver nunca de ninguna madre, hermana, hija, esposa, amiga, compañera. De ninguna mujer.

Es una de las seis mujeres asesinadas en Jalisco en las primeras semanas de este mes. Un diario local desplegó en la contraportada la fotografía de la víctima. Un periódico jalisciense que no vende información sino morbo.

De aquella prensa que al abrir sus páginas destila sangre. Sin respeto para la joven, indefensa para reclamar que los muertos también tienen derecho a que se respete su imagen, su intimidad, a que no conviertan ni su cuerpo ni su desgracia en mercancías noticiosas.

A que, además del terror de morir violentamente, se le humille y sea triple víctima: del o los asesinos, de la prensa que la exhibió y de las autoridades policiacas que suelen no encontrar a los culpables y gobiernan como albaceas de la impunidad.

¿Y la familia de la joven? Sumida en la pena, en el luto y en el dolor de observar cómo le cortaron de un tajo la vida. Para luego tirarla, arrojarla a un lado de la carretera, como un objeto, con un titular que recuerda a la revista “Alarma”, modelo del amarillismo: “La violan y la asesinan”.

El feminicidio se refiere a “los asesinatos de mujeres que resultan de la violencia ejercida contra ellas por su condición de género, por la misoginia, la discriminación y el odio hacia este género, donde familiares o desconocidos realizan actos de extrema brutalidad sobre los cuerpos de las víctimas, en un contexto de permisibilidad del Estado quien, por acción y omisión, no cumple con su responsabilidad de garantizar la vida y la seguridad de las mujeres”, recuerda el Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem).

El año pasado fueron asesinadas 81 mujeres en Jalisco, o sea homicidios dolosos, la cifra más alta en los últimos 15 años en el Estado, como denunció la doctora Guadalupe Ramos, coordinadora en México de Cladem.

De ahí que, la semana pasada, 13 organizaciones hayan colocado frente a Palacio de Gobierno un altar con 81 pares de zapatos, fotografías y nombres de las víctimas, veladoras y flores. ¿Qué exigir como ciudadanos? Que el récord de asesinatos no sea récord de impunidad, sino de justicia.