Norberto Rivera reza por México ante la epidemia

CIUDAD DE MÉXICO.- El cardenal Norberto Rivera dijo que a pesar de lo grave de la situación por la epidemia de la influenza no se debe perder la esperanza.

En una misa que ofició a puerta cerrada en la Catedral Metropolitana dijo que aunque la Ciudad de México está bajo este grave problema, la población lo superará.

Ante aproximadamente unas 50 personas, el también arzobispo primado de México elevó la oración a la Virgen de Guadalupe para encomendar a México por la epidemia de influenza.

La ceremonia religiosa que duró unos 45 minutos, el cardenal Rivera pidió porque las autoridades los que tengan el poder de decisión “sepan establecer medidas y prioridades para prevenir y ayudar a toda la población y en particular a quienes son más vulnerables”.

Al término de la misa se reabrieron las puertas para que ingresaran los fieles y visitantes.

Llamó a los fieles a actuar con prudencia y serenidad, a que actúen con responsabilidad para evitar contagios.
Al momento de dar la “paz” entre los fieles, se pidió a los asistentes que no estrecharan las manos.

Cuando el cardenal Norberto Rivera impartió la comunión se le pidió a los fieles que se pusieran sus manos cruzadas al frente. El cardenal depositó ahí la ostia y la mayoría que lo recibió se retiró el tapaboca de la cara.

Casi al término de la misa, el padre Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis de México, anunció un novenario, que inicia este domingo en la noche para que los fieles pidan por la salud de México.

Recordó que la Ciudad de México ha sido amenazada por pestes en 1554, 1695 , 1736 y 1850.
Dijo que los fieles deben estar atentos a las medidas que anuncia el Gobierno federal.

Después en conferencia de prensa, Valdemar dijo que no se llevarán a cabo las misas tradicionales de San Judas Tadeo que se celebran el 28 de cada mes.

Dijo que en esta ocasión, la imagen de San Judas la sacarán al atrio para evitar que se junten los fieles.
Aún no se ha confirmado cuándo se reanudarán las misas.

Agregó que los sacerdotes pueden celebrar misas privadas, pero no públicas. Esta situación es “inédita” para la Iglesia Católica, pero dijo que la medida es necesaria.

De la realización de las bodas, indicó que es medida que se podría tomar, porque están restringidas las concentraciones de personas. (El Universal)

ENTRESACADO
El vocero de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar, dijo que el Papa Benedicto XVI está enterado de la epidemia de influenza porcina en México, y lo más seguro es que esta semana recibamos algún mensaje suyo de ánimo y consuelo.

Celebraciones, a puerta cerrada

CIUDAD DE MÉXICO.- A puerta cerrada, se ofició la misa en la Basílica de Guadalupe que se transmitió por televisión abierta este domingo.

Con la presencia del cabildo de este recinto mariano y algunas religiosas, el rector Diego Monroy pidió porque se erradique la epidemia que afecta a México.

Pero también por las otras epidemias como “la corrupción, del narcotráfico, de la violencia, del odio que también flagelan a nuestro querido México”.

El cardenal Norberto Rivera también oficiará a puerta cerrada la tradicional misa dominical en la Catedral Metropolitana.
Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis de México, dijo que se transmitirá por radio y está por definirse si una televisora transmite en canal abierto. La misa de la Basílica y la de Catedral serán las únicas que se oficien en la Ciudad de México.

El secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, anunció el sábado que se cancelaban todos los oficios religiosos.
En menos de media hora, Diego Monroy ofició la misa dijo que México atraviesa por un momento difícil.
Al momento de dar la paz, se hizo con una reverencia para evitar tener contacto con la mano.

Se cerraron todos los accesos a la Basílica excepto la puerta que da a Misterios. Se permite la entrada a la gente que acude a ver a la Virgen de Guadalupe y sólo el tiempo que dura el paso por las bandas eléctricas.
La mayoría lleva cubre-bocas. El puente papal está cerrado así como el atrio. (El Universal)

Reinician misas el lunes, anuncia Arquidiócesis

CIUDAD DE MÉXICO.- La Arquidiócesis de México anunció que este lunes se reanudan las misas en el Distrito Federal, ya que por la poca afluencia de fieles no existe peligro luego de que este domingo algunas iglesias cerraran sus puertas y las misas en la Basílica de Guadalupe y la Catedral se oficiaran a puerta cerrada.

Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis, aseguró que no se suspenderán las misas durante la semana, ya que el día que se negoció con las autoridades de salud fue el domingo, día en que asisten en promedio 1.2 millones de feligreses.
Explicó que se suspenderán las fiestas patronales masivas como la de San Judas Tadeo que se conmemora el 28 de cada mes (pondrán la imagen del santo en el atrio de la iglesia de San Hipólito). En la semana decidirán si se suspenden las misas el sábado y el domingo.

Para evitar contagios de influenza porcina, este sábado el secretario de Salud, José Ángel Córdova, anunció la suspensión total de eventos en espacios cerrados o abiertos como centros de culto religioso, estadios, teatros, cines, bares y discotecas para evitar aglomeraciones.

Se distribuyó la oración a la Virgen de Guadalupe para encomendar a México por la epidemia de influenza.
Este domingo por la tarde, en la Catedral Metropolitana se realizó una procesión con el “Cristo de la Salud” que desde 1850 no salía del recinto. Las campanas repicaron con una “rogativa” casi todo el día. (El Universal)

CRÓNICA

Con rostro de desolación llegan algunos católicos a las iglesias

Las campanas de la Catedral Metropolitana toca a Rogativa, una combinación de tonos lejana hasta hacer una música celestial, que se escucha de manera esporádica. Las puertas del principal templo católico han cerrado. Son las 11 de la mañana y ya nadie entra. Parece día de duelo.

En la diócesis hay parroquias que no abrieron, como la del Santísimo Redentor de Río Grijalva y Río Poo de la Colonia Cuauhtémoc, que fijaron avisos en los que se informa a los fieles que por orden del cardenal Norberto Rivera, este domingo tercero de Pascua, no debe haber misas como medida preventiva por la epidemia.

Otros templos han abierto, como la parroquia de San Cosme y San Damián. Pero los santos están solos. Entran, de cuando en cuando personas a rezar, con cubrebocas, con miradas de desconcierto. Los atrios, vacíos, extensos, sin vida. Pero tampoco con la muerte andante, las ancianas que piden de que vivir todos los días.

En la iglesia de San Judas Tadeo, en Reforma y Avenida Hidalgo, se congrega un mayor número de fieles y sin embargo no forman las multitudes que colman esa iglesia, la más antigua de la ciudad que construyeron los españoles para conmemorar a sus mártires caídos allí en la legendaria Noche Triste.

El día de ayer, sin embargo fue de desconsuelo. El padre Jesús, desde el altar dice a su feligresía diezmada: “Diosito y San Juditas nos van echar la mano”.

Dice que está triste sin misa y sin chiquitines, y niños que deambulan todo el tiempo, mientras que sus afligidos padres rezan por su causa difícil de resolver.

Este domingo tercero de Pascua, al templo de San Judas, el santo de las causas difíciles han llegado con rostro de desolación decenas de habitantes de la Ciudad de México sensibles al daño de la epidemia. (El Universal)