Sábado, 23 de Noviembre 2024
México | PLAN B POR LYDIA CACHO

No hay narco-paraíso

Existen evidencias de los vínculos directos entre el cártel de Tijuana, la prostitución, los centros nocturnos y casinos como negocios para el “lavado” de dinero

Por: EL INFORMADOR

Lydia Cacho.  /

Lydia Cacho. /

He pasado unos días en Cartagena, Colombia, donde la cultura, la música y la alegría de su gente contrastan con la normalización de las actividades delictivas de las mafias.

Miro a turistas italianos con adolescentes “prepago” sometidas a la explotación sexual comercial, controladas por grupos que se escindieron cuando el Plan Colombia desarticuló las estructuras de los cárteles tradicionales, como el de Cali y el de Medellín; hoy vinculados con la Mafia Calabresa Ndrangheta, con la Yakuza y con los cárteles mexicanos.

Al igual que sucede hoy día en México, Washington y las autoridades colombianas al implementar su Plan omitieron analizar la vulnerabilidad de las mujeres frente a los cárteles.

Se hablaba sin parar de drogas, armas, corrupción y de la transformación del sistema de justicia. Pero se dejó de lado la trata de personas y la creación de una cultura de compra-venta de adolescentes desechables (para la prostitución, el narcomenudeo, el sicariato y el trasiego).

Existen evidencias de los vínculos directos entre el cártel de Tijuana, la prostitución, los centros nocturnos y casinos como negocios para el “lavado” de dinero.

Reconocidos políticos pasaron años cabildeando en el Congreso a fin de aprobar leyes de juego en México para favorecer a las mafias.

Por su parte, el cártel del Golfo, el de Sinaloa y luego los Beltrán Leyva, se diversificaron recientemente hacia el juego y la explotación sexual comercial; al igual que han hecho el de Juárez y La línea.

Las jóvenes denominadas de “prepago” son un negocio creado en Colombia por la tratante Madame Rochi, quien durante 20 años fomentó una cultura de glamour para atraer adolescentes como modelos, edecanes, reinas de belleza, presentadoras y actrices para entregarlas a capos del narcotráfico, líderes paramilitares, empresarios y políticos.

Hoy en día, como si nadie lo hubiese dicho antes, los casinos y la trata sexual tienen “alarmado” al Gobierno colombiano. Sólo el juego tipo “Yak” ha crecido 500% y las “inocentes” máquinas tragamonedas le dejan a la mafia seis mil millones de pesos mensuales. El Plan Colombia les cerró una puerta y los legisladores abrieron la ventana.

Hay lecciones que aprender desde que en 1999 comenzó el Plan Colombia; una de ellas es la de enfocarnos en quiénes, y cómo, promueven en México los casinos y la trata de personas en forma de prostitución juvenil, porque la droga seguirá fluyendo cuando el Plan Mérida quede en el pasado, y tras ella, nuestras hijas e hijos serán también objetos en venta.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones