Miércoles, 16 de Octubre 2024
México | Robo, posible móvil

Mujeres periodistas mueren por asfixia: Procuraduría capitalina

La necropsia señala que los cuerpos no presentaban huellas de tortura

Por: SUN

Imagen durante el funeral de las periodistas Rocío González Trapaga y Marcela Yarce Viveros. EFE  /

Imagen durante el funeral de las periodistas Rocío González Trapaga y Marcela Yarce Viveros. EFE /

CIUDAD DE MÉXICO (03/SEP/2011).- Las periodistas Marcela Yarce Viveros y Rocío González Trápaga murieron por asfixia, según reportes de peritos del Servicio Médico Forense (Semefo), asentados en el protocolo de necropsia, informó la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).

Los dos cadáveres quedaron en lugar público y de acuerdo con la legislación del Distrito Federal se puede investigar como feminicidio. Durante la necropsia se tomaron muestras de ADN, como parte de una serie de cuestiones planteadas para el tratamiento del feminicidio.

El análisis pericial videograbado de la necropsia señala que los cuerpos de las dos mujeres no presentaban huellas de tortura. Quedó acreditado que los cuerpos ya sin vida fueron abandonados en el lugar del hallazgo.

Se corroboraron dos disparos de arma de fuego en cada una de las mujeres, pero el mecanismo que llevó a la muerte fue la asfixia con algún tipo de soga. El Ministerio Público tomó declaración a familiares, amigos y compañeros de las víctimas.

En entrevista con Carmen Aristegui, en la Primera Emisión de MVS, el procurador capitalino, Miguel Ángel Mancera, señaló que Rocío Gónzalez Trápaga se desempeñaba en una actividad empresarial vinculada con una casa de cambio, ubicada en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, y se ha referido que la tarde-noche del miércoles 31 de agosto se realizaron transacciones “considerables”, por lo que un posible robo es una de las líneas de investigación que sigue la PGJDF.

Afirmó que habrá que esperar a que el representante legal de la casa de cambio comparezca para conocer todas las operaciones de ese día.

Miguel Ángel Mancera señaló que después de una plática que sostuvo con Miguel Badillo, director de la revista Contralínea, se reafirmó que Marcela Yarce estaba dedicada el área de Relaciones Públicas y no estaba encomendada a ningún tipo de trabajo periodístico en concreto. Así como que no existía, hasta donde se sabe, amenaza previa.

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