Muchos policías, pero mal capacitados

CIUDAD DE MÉXICO (21/FEB/2011).- Desde que en 2008 se firmó el Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, los esfuerzos para la profesionalización policial en las corporaciones estatales de México han rendido pocos frutos: en el país hay un policía por cada 261 habitantes, mucho más que la recomendación internacional, pero sólo 8% de ellos ha sido sometido a controles de confianza y sólo 11% ha recibido cursos de capacitación, mientras que las Entidades apenas ejercieron 67% del presupuesto para la seguridad.

Lo anterior se desprende del Diagnóstico de las Corporaciones Policiales Estatales, un documento elaborado por el secretariado ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública respecto a los avances en cuanto a los compromisos adquiridos con el acuerdo del 21 de agosto de 2008.

El Acuerdo Nacional preveía la instauración de un sistema de Mando Único para las corporaciones policiales de México, país que tiene una de las mayores tasas de homicidios dolosos en el mundo, de acuerdo con cifras del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, que afirma que la tasa es de 20 homicidios por cada cien mil habitantes.

La misma fuente sostiene que México tiene algunas de las ciudades más violentas del planeta, incluyendo a la del primer lugar, Ciudad Juárez, con una tasa de 229.06 homicidios por cada cien mil habitantes.

El estudio revela que la proporción de un policía por cada 261 habitantes supera la recomendación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de un policía por cada 357 habitantes (ver recuadro).

De hecho, en 25 estados mexicanos hay más uniformados que en otros países y, según el estudio, con excepción de Coahuila, Guanajuato, Michoacán, Nuevo León, Querétaro, Veracruz y Zacatecas, cada entidad del país cuenta con el número de policías suficientes para garantizar la seguridad de los habitantes.

Martín Barrón Cruz, investigador y profesor del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), afirma que la incidencia delictiva se debe a que las corporaciones sólo realizan labores de reacción, pero no se enfocan en la prevención: “Cuando uno empieza a sacar el número de policías por cada mil habitantes, el problema es que no todos los policías están en activo o en dos turnos; obviamente no hay una compatibilidad entre el número de policías que hay en el estado con las actividades que ellos realizan, porque tú puedes tener mil policías, pero, de ésos, sólo 250 están en activo diariamente”.

Insuficiencia policial

Al cruzar la información del reporte antes citado con el estudio Incidencia delictiva del fuero común y fuero federal 1997-2010, también elaborado por el Sistema Nacional de Seguridad Pública, se observa que en el Distrito Federal, Baja California Sur, Chiapas, Tabasco, Colima, México, Jalisco y Guerrero, estados donde se dispone del mayor número de policías por habitante, se cometieron 41% de las violaciones a la ley.

En Coahuila, Querétaro, Nuevo León, Zacatecas, Guanajuato, Veracruz, Michoacán y Puebla, donde se cuenta con el menor número de policías por habitante, se presentaron 22% de los delitos de todo el país.

Ernesto López Portillo, director del Instituto para la Seguridad y la Democracia (Insyde), complementó que “el gran problema de seguridad pública en el país es que este modelo olvida la fórmula adecuada: capacitación, equipamiento, cursos, profesionalización y seguimiento. Tener más policías por habitante, pero que no funcionan adecuadamente, no sirve para nada, e incluso puede dar resultados contraproducentes”.

López Portillo contó que en 1973 se realizó un estudio en la ciudad de Kansas City que demostró que tener más policías no mejora las condiciones de seguridad pública: “Lo que hicieron fue estudiar el comportamiento del delito y de la percepción de inseguridad. Un lugar se dividió en tres, de manera que en una parte se dejó igual el número de policías, en otra se redujo el número y en otra se incrementó por tres”.

El resultado fue que en ninguno de los tres lugares se modificó el comportamiento del delito ni la percepción de inseguridad. “Desde esa fecha se sabe que el incremento de la policía no necesariamente reduce los delitos y no necesariamente mejora la percepción de inseguridad”, dijo López Portillo.

Baja capacitación

De acuerdo con el Diagnóstico de las Corporaciones Policiales Estatales, las 32 entidades federativas presentan rezago para la implementación del proyecto Mando Único, establecido el 21 de agosto de 2008 en el marco del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad.

Las autoridades encargadas de la seguridad del país acordaron en ese entonces crear un modelo para coordinar las acciones y la información de las corporaciones policiales.

El análisis dice que en 28 estados se ha capacitado a 20% de los policías, o a ninguno, como en Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas. En contraste, Guerrero (45%) y Jalisco (38%) son las dos entidades que afirman que llevan el mayor avance.

La misma tendencia se presenta en las evaluaciones de control de confianza: sólo a 8% de los 429 mil 50 policías estatales y municipales que hay en el país se le ha practicado pruebas de confianza. En 18 estados apenas se ha llegado a la décima parte y en Campeche, Nayarit, Quintana Roo y San Luis Potosí no se han hecho exámenes a ningún uniformado. Coahuila (30%), Guanajuato (27%), Nuevo León (24%) y Colima (23%) son las entidades que reportan el mayor avance en este rubro.

“Jineteo” presupuestal

La falta de cumplimiento del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad también se ve reflejada en el subejercicio del presupuesto asignado para 2010.
El informe del secretariado ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública muestra que Colima y Durango ejercieron 100% de los recursos, destinados para el equipamiento del personal y el mejoramiento de las instalaciones policiales. Hidalgo ejerció 50% y Jalisco, 30%.

Martín Barrón Cruz, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales, afirmó que, aunque los estados reportan que gastaron en armamento o capacitación de los policías, no hay forma de comprobarlo, toda vez que las entidades reciben el dinero y lo meten a los bancos.

“La información que da el secretariado es que los estados dicen que se gastaron los recursos, por ejemplo en equipo, armamento, chalecos y uniformes, pero en realidad no es así: eso se puede ver en varios estados. Esto es por el subejercicio que hacen los estados al recibir el dinero y meterlo a los bancos, de donde no lo sacan”, amplió Barón.

El martes 8 de febrero, durante su comparecencia ante senadores de la comisión correspondiente, Juan Miguel Alcántara Soria, secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, acusó a los gobiernos de los estados de “jinetear” el dinero que el gobierno federal les otorga para el combate al crimen.

NUMERALIA
Comparación internacional

La ONU recomienda que haya un policía por cada 357 habitantes en cada país; México rebasa con mucho ese indicador.

DF 1 policía por cada 97 habitantes

México 1 policía por cada 261 habitantes

Bélgica 1 por cada 283

Austria 1 por cada 302

Hungría 1 por cada 338

Suecia 1 por cada 551

Japón 1 por cada 561

Alemania 1 por cada 585

Canadá 1 por cada 590

Finlandia 1 por cada 654

Estados Unidos 1 por cada mil