Miles “se cargan” en Teotihuacan

TEOTIHUACAN, Méx.- Ni el pago por ingresar ni las lámparas colocadas en las estructuras piramidales --para el espectáculo de luz y sonido “Resplandor Teotihuacano”-- contuvieron a unas 40 mil personas que acudieron este sábado a la zona arqueológica de este municipio para cargarse de energía.

Los visitantes pagaron 51 pesos por entrar y muchos de ellos se formaron durante más de dos horas para subir a las pirámides del Sol y de la Luna, que de este modo son protegidas de eventuales daños.

Alrededor de 150 danzantes dieron “portazo” y se enfrentaron con policías que resguardaban la Puerta Dos, toda vez que desde hace siete años les restringen el acceso al lugar, a pesar de que “sólo ejercen su derecho a la espiritualidad”; no se reportaron personas lesionadas por el incidente.

“Se trae fundamento legal y jurídico porque ya van varios años que no se permite la entrada y están violando la Constitución, porque por ley es el derecho a ejercer la espiritualidad”, señaló Juan Guerra, del grupo Mictlalpan, que a su vez pertenece a la Red Nacional para la Defensa del Patrimonio Histórico y Cultural de México, que agrupa a 30 organizaciones de danzantes.

Alejandro Sarabia, director de la zona arqueológica de Teotihuacan, detalló que a las 13:00 horas habían ingresado al lugar 32 mil 959 personas y calculó que sumarían unos 40 mil visitantes durante el día, por lo que en esta ocasión se registró la menor afluencia al lugar de los últimos años.

Añadió que de los 32 mil 959 visitantes, sólo siete mil 970 pagaron boleto, con costo de 51 pesos, ya que los niños menores de 12 años de edad y las personas mayores de 60 años ingresan gratuitamente, así como discapacitados y estudiantes.

Asimismo, la Red Nacional efectúo una consulta pública e instaló tres mesas, en las puertas uno, dos y cinco, para recabar firmas en rechazo al proyecto “Resplandor Teotihuacano”, el cual consideran que ya causó daño a la zona arqueológica.

“No estoy de acuerdo (con el espectáculo de Luz y Sonido de “Resplandor Teotihuacano”) porque si de por sí están un poco deterioradas las pirámides y, pues, metiéndoles cosas se deterioran más. A la mejor nuestros hijos o nietos no van a alcanzar lo que es el original de las pirámides”, señaló la visitante Micaela Becerril Ríos, de Temoaya, Estado de México.

Agregó que junto con su familia esperó durante más de dos horas para subir a la Pirámide del Sol, aunque consideró como buena la medida, ya que protege los vestigios arqueológicos.

A las 12:00 horas, la gran mayoría de los visitantes detuvo su andar y elevó los brazos al cielo con las palmas abiertas, muchos de los cuales también sacaron amuletos, cuarzos y otras piedras para “cargarlos” de energía, con lo que esperan mejore su situación económica; también hubo “limpias” y sanaciones espirituales.

Por último, la zona de Teotihuacán fue resguardada por 600 elementos de la Agencia de Seguridad Estatal (ASE) y 250 de la Policía Federal Preventiva (PFP), así como integrantes de otras corporaciones policiacas y cuerpos de emergencia, quienes reportaron “saldo blanco”. (El Universal)

Monumento a Kukulcán

Un grupo de personas atiende el Equinoccio delante de la pirámide de Kukulcán “El Castillo”, en Chichén Itzá, Yucatán. Este monumento maya fue construido de modo que las sombras de una esquina cayeran en una escalera y crearan el efecto de una serpiente iluminada. A las 13:00 horas del sábado había registrados ocho mil 500 visitantes.
“El Castillo”, término utilizado por los españoles en el siglo XVI, buscando alguna similitud arquitectónica con el Continente Europeo. Fue construido en el siglo XII Después de Cristo.

Dzibilchaltún, Casa de las Siete Muñecas

El Astro Rey se hizo esperar en Dzibilchaltún, Yucatán, pero finalmente gracias a que las nubes se despejaron a tiempo pudo observarse en todo su esplendor, a través de la Casa de las Siete Muñecas, ayer en la ciudad maya, donde miles de visitantes acudieron a observar al dios Sol para manifestarse en el inicio de la Primavera.
La ciudad maya Dzibilchaltún, que literalmente significa “el lugar donde hay escritura en piedra”, es considerada una de las ciudades mayas más antiguas y es un buen lugar para observar la evolución de esta cultura en lo científico, lo político y por supuesto en lo religioso.

El Tajín, o Lugar o Ciudad del Trueno

Enclavado en el municipio de Papantla, un grupo de turistas nacionales y extranjeros recibe los primeros rayos del Sol en el Equinoccio de Primavera en la zona arqueológica de Tajín. Este ritual lo realizan para que les vaya bien durante sus actividades que desempeñan todo el año.

La ciudad de Tajín fue la capital del Estado Totonaca. Significa Ciudad o Lugar del Trueno en el lenguaje totonaca. Se piensa que Tajín también fue el nombre de algún dios totonaca.

Esta ciudadela prehispánica designada así por la UNESCO en su declaratoria de Patrimonio Mundial, es un espacio humano matizado por el carácter de la gente que lo habita y a él llega. Un lugar donde comulgan la naturaleza; la belleza y la cultura, dando paso de esta manera a un paisaje universal.

El fenómeno en el Ixtépete

Miles de tapatíos visitaron el pasado 21 de marzo este sitio, a unos metros del cruce de Mariano Otero y Periférico, para “cargarse de buenas vibras”.

El arqueólogo Otto Schondübe afirma que incluso el nombre de estas ruinas es enteramente arbitrario: “Ixtepete es el nombre de un lugar, y hemos discutido mucho si debiéramos decir Iztépete, con zeta, o Ixtépete, con equis. Porque uno significa ‘cerro de las navajas’ o ‘de la obsidiana’, y el otro ‘cerro del Ixte’; pero ya la costumbre lo ha puesto con equis”.

El rasgo más llamativo es su pirámide mayor, “la cual también se separa de las que hay en el resto de México en el aspecto de que no es muy alta, pero sí tiene una superficie amplia en la parte superior, y en que sus escaleras no están en los ejes. Entonces, da la idea de que esa plataforma debe de haber soportado no uno sino varios templos, cada uno con su acceso independiente”.

“Yo creo que es importante que la gente se involucre” expresa uno de los visitantes haciendo fila para las “limpias” desempeñadas en lo alto de la pirámide mayor, “(las personas) saben más de cosas más triviales que de lo que nos ha formado. Esto ayuda a cambiar esa idea de no darle el respeto y el valor que tiene lo que hicieron nuestros fundadores”.

“Yo vengo cada año” avisa por su lado una muchacha en la misma fila. “Lo que más me motiva a venir es el ritual, que es lo que hacían nuestros ancestros, y así nos damos cuenta de nuestra cultura y la vamos promoviendo”.