Miércoles, 01 de Enero 2025
México | Por Raúl Alejandro Padilla Orozco

México tiene prisa

Más costoso resulta no educar

Por: EL INFORMADOR

Aunque todos estamos convencidos de que la mejor inversión que puede hacerse en la vida se encuentra en la educación, y que muchos de nuestros más urgentes problemas tienen su origen en ese fundamental compromiso personal y colectivo, como puntualmente nos advirtió mi muy querido amigo, el rector de la UNAM, don José Narro Robles, al participar en la serie de encuentros Visión de Estado, organizados exitosamente por mi Alma Mater empresarial, la más que centenaria Cámara de Comercio de Guadalajara, desafortunadamente los mexicanos hemos dejado de cumplir puntual y suficientemente con esa tarea, tanto en el ámbito empresarial como desde la aportación y conformación de los presupuestos públicos.

Cierto es que la velocidad demográfica supera a los alcances económicos, como también las resistencias socio-culturales siguen menguando los enormes esfuerzos que al respecto se emprenden desde las esferas públicas y privadas; sin embargo, la creciente brecha de desigualdad que adolece a nuestro país, exige mayores sacrificios por parte de todos, mientras resolvemos nuestros retos personales y comunitarios; desafortunadamente seguimos desperdiciando nuestro bono demográfico.

Como sabiamente apuntara el maestro José Narro, quien me distingue con su generosa amistad, a la luz de los históricos esfuerzos que emprendimos en pro de la formación universitaria en nuestro país, la pérdida de valores colectivos y el afán individualista contemporáneos, así como la creciente desconfianza en el manejo de los recursos públicos, atenúan la lucha por evolucionar nuestras condiciones actuales, y en consecuencia profundizan tanto la desigualdad como la pobreza que a todos lastima.

Necesitamos formar personas que compitan exitosamente en el mundo y tengan muy claro su compromiso con la sociedad; también debemos aprovechar hoy en día los relevantes avances científicos y tecnológicos logrados en los últimos años e incentivar a que permanezcan en el país aquellos talentosos estudiantes e investigadores, incluyendo un mayor compromiso comunitario por alfabetizar a pequeños y adultos mayores, paralelamente a brindar mejores estímulos fiscales a las escuelas y universidades privadas, sin dejar de considerar también la multiplicación de inversiones al desarrollo de la ciencia y tecnología.

México debe pasar de la medianía competitiva a la vanguardia educativa que cierre la brecha entre quienes tienen mucho y a los que les falta todo, puesto que a la velocidad que vamos, apenas en el año 2040 nos encontraremos en condiciones suficientes para hacer frente a los retos de la actualidad.

Tres décadas de rezago que apelan a nuestra conciencia personal y responsabilidad colectiva en ese México que tiene prisa por una mayor igualdad entre los suyos; es por eso que debemos aportar el grano de arena que nos corresponde, además de pugnar porque nuestros presupuestos públicos se reorienten hacia una mayor y mejor educación, en la firme esperanza de que lo mejor está por venir.

P.D. Nunca olvidemos que la verdadera responsabilidad de una mejor educación, recae en el triángulo virtuoso Familia-Estado-Academia, en donde sin duda lo más importante es la familia… esta última no tiene sustituto.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones