Miércoles, 01 de Enero 2025
México | Por Raúl Alejandro Padilla Orozco

México tiene prisa

Mayor trabajo igual a mayor seguridad

Por: EL INFORMADOR

Hoy en día, en donde nuevamente el “fantasma” de las presiones del desempleo en México y el mundo, suben de nivel, es menester advertir que de cara al inicio en septiembre, del próximo periodo legislativo en el Congreso, una de las reformas que no pueden seguir esperando, es sin duda alguna, la laboral.

Me consta como ex presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio (Concanaco) y miembro del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que es un tema que ha estado acordado y plenamente consensado con los factores de la producción durante muchos años, y como algunos políticos dicen, “se encuentra esperando el mejor momento social y político para su respectiva aprobación”.

Yo diría que si queremos tener menor inseguridad y desterrar la incertidumbre de los hechos violentos de las últimas semanas, lo que tenemos que provocar a través de la simplificación y la desregulación, además de una efectiva reforma laboral, es un mayor incremento en el número de oportunidades de empleos e ingresos de todos los trabajadores de México.

Y esto lo digo porque bajo tabués “fantasmagóricos” e intermediarios “oportunistas” que no dan valor agregado a la cadena productiva, se ha impedido que hoy los trabajadores puedan tener mayor flexibilidad en sus horarios de empleo, mayor seguridad en sus ingresos, y de una vez por todas, que la mano de obra mexicana pase a ser una mano de obra competitiva y altamente valuada a nivel mundial. Eso significa que a mayor productividad, también mayor será el ingreso.

Dejemos atrás la falsa teoría del paternalismo o la sobreprotección, que lo único que lleva es a poca viabilidad en proyectos productivos e inhibe su correspondiente generación de riqueza; si nosotros le damos incentivo a las personas con talento, de que su esfuerzo será reconocido también económicamente, de igual forma podríamos detener el fenómeno migratorio hacia otras latitudes, buscando mejores horizontes; por lo tanto, los mejores mexicanos estarían produciendo con alta competitividad en beneficio de su país, incrementando en consecuencia el nivel de vida de todos.

Por cierto, sigo insistiendo y reiterando que los únicos productores de riqueza en el mundo son los trabajadores y los empresarios; los gobiernos no producen riqueza, y sostengo que son malos empleadores, porque además de no respetar la dignidad humana, al tenerlos con la incertidumbre de que cada tres o seis años, puedan perder su empleo por circunstancias políticas, también menosprecian sus alcances y competencias productivas.

México tiene prisa de tener mejores leyes, y es por eso que no solamente exhortamos, sino que exigimos que en el próximo periodo de sesiones del Poder Legislativo, la reforma laboral se encuentre entre las prioridades a concretarse.

Ya no hay excusas de procesos electorales u otros nubarrones ocurrentes que obscurezcan el camino para que los mexicanos tengamos un mejor futuro, sino que sin duda alguna, las condiciones son tales que nos reiteran la esperanza de que lo mejor está por venir.

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