México tiene prisa

Ahora que los ciudadanos hemos cerrado filas en torno a la guerra contra la delincuencia organizada y el narcotráfico, emprendida por nuestro Presidente Felipe Calderón, con el firme respaldo de nuestro Ejército Mexicano, trasciende sin lugar a dudas la firme determinación y compromiso institucional advertido en el Estado de Durango por hacer lo propio, optimizando al máximo personal y recursos para finalmente ganar esta batalla, como originalmente se propuso en una reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores.

Es así como el gobernador de Durango, Ismael Hernández Deras, se puso a trabajar los correspondientes consensos entre los principales municipios de la Entidad que representa, entre los que se encuentran Lerdo, Gómez Palacio y la capital Durango, alcanzando un relevante acuerdo porque a partir de agosto próximo se constituya una sola Policía en su Estado, para unificadamente enfrentar al crimen que azota esas productivas tierras.

Bien convendría que las demás entidades de la República siguieran el efectivo y responsable ejemplo del mandatario duranguense, para aprovechar al máximo todos los recursos disponibles y así responder a la creciente demanda ciudadana por dar la batalla final y refrendar nuestra convicción por el preponderar el estado de derecho en nuestro país.

También dentro de las grandes ventajas que tiene operar una sola corporación policíaca por Entidad federativa, es que los presidentes municipales podrían ocuparse con mayor atención a la urgente demanda de servicios públicos, tales como aseo y recolección de basura, agua potable, alcantarillado, alumbrado, parques y jardines, pavimentos, servicios médicos y cultura, entre otros, así como impulsar la promoción económica y hacer posible la simplificación administrativa.

En donde las entidades que disponen de mayor fuerza y capacidad para gestionar mayores recursos económicos ante la Federación, pero sobre todo cuentan con mayor capacidad para generar inteligencia y logística para más que contener o atacar, prevenir y disuadir la comisión de delitos, y sobre todo salvaguardar la integridad de la población, especialmente a niños, adolescentes y jóvenes, evitando el narcomenudeo y la iniciación delictiva, insisto, a través de un esfuerzo más enfocado y dedicado a la tranquilidad y seguridad física de los ciudadanos.

Por lo tanto dejemos de tener miedo, y en vez de preocuparnos, ocupémonos de tener un frente sólido en cada una de las entidades del país, en franca e incondicional alianza con el Ejecutivo federal y el Ejército de la nación, para enviar un contundente mensaje de suma de esfuerzos y recursos, a aquellos que insisten en robarnos la tranquilidad propia y la de nuestros semejantes.

No olvidemos que México tiene prisa de sumar fuerzas entre gobernados y gobernantes, fortaleciendo nuestras instituciones y trabajando en equipo, transparente y decididamente, frente al crimen organizado y la delincuencia común por iguales, en donde aprovechemos todos los recursos de que disponemos los mexicanos, sin celos ni competencias mal entendidas, por lo que unificando a todas nuestras policías en una sola, altamente poderosa y eficiente, estoy convencido de que lo mejor está por venir.