México, segundo lugar en pornografía infantil por internet

CIUDAD DE MÉXICO.- México se ubica como el segundo país a nivel mundial con mayor producción y distribución de pornografía infantil a través de la web, material que incluye fotografías, negativos, diapositivas, revistas, libros, dibujos, películas, videos y archivos o discos de computadora.

Por ello, la diputada Silvia Luna propondrá a la Comisión Permanente que solicite a los titulares de la PGR y de la Secretaría de Seguridad Pública fortalecer las acciones de prevención, detección, investigación y castigo en los casos de explotación sexual comercial infantil en el país.

Asimismo sugirió que se exhorte a los congresos locales a que elaboren marcos jurídicos acordes a las leyes federales y a instrumentos internacionales que permitan combatir la explotación sexual comercial infantil, mediante la armonización de procedimientos y definiciones legales.

La legisladora federal de Nueva Alianza expuso que de acuerdo con estadísticas de la Policía Federal Preventiva (PFP) , la explotación sexual de menores de edad a través de la web se incrementa a tal velocidad, que ocupa el tercer lugar de delitos cibernéticos.

Mencionó que en 2004 se detectaron 72 mil sitios de pornografía sexual, mientras que en 2006 la cifra ascendió a más de 100 mil páginas, sin contar aquellas que se encuentran escondidas por refinados códigos de acceso.

Al respecto, dijo, la explotación sexual comercial infantil se ha convertido en una de las violaciones más recurrentes y es una de las actividades del crimen organizado con mayor crecimiento en el mundo, solamente superada por el comercio de drogas y armas.

Mencionó que la magnitud de este delito lo ha colocado como tema prioritario de seguridad a nivel mundial, ya que atenta contra los derechos humanos más elementales.

"Se ha avanzado significativamente para frenar la producción y comercialización de pornografía infantil, especialmente en Internet, pero aún resta mucho camino por pavimentar y acuerdos por construir" , refirió.

Destacó que para proteger a la infancia de la explotación sexual comercial se requiere un marco legal fuerte, aunado a procedimientos humanos eficientes y encaminados al cumplimiento de la ley, que respondan y representen las necesidades e intereses de las niñas, niños y adolescentes.