México, el nuevo destino para flujos migratorios

GUADALAJARA, JALISCO (18/OCT/2023).- La migración de personas que viajan a Estados Unidos en busca de una mejor calidad de vida no va a parar, es más viable mejorar las condiciones de ese camino y para ello se vislumbra a México como destino final de flujos migratorios. Esta idea se discute en el informe de la situación migratoria en la ciudad, presentado por la organización FM4 Paso Libre, que atiende a esta población.

"No vemos un escenario inmediato en el que se vayan a disuadir los flujos migratorios, lo que podemos ver es un cambio de estrategias: ver a México como un sitio de destino, y todavía no estamos dispuestos a reconocer este hecho; con mucho trabajo hemos reconocido que los migrantes están transitando por aquí", explica el investigador centroamericano, Jaime Rivas Castillo.

Las políticas que pretenden controlar los flujos migratorios están alejadas de las soluciones de fondo, pues las causas de la migración humana son estructurales y requieren soluciones de la misma magnitud. Concretamente, las personas centroamericanas que tienen la misión de llegar a Estados Unidos se movilizan por motivos económicas y de violencia.

En el panorama alternativo de México como destino de migrantes, que no van a dejar de viajar en busca de una mejor posibilidad de vida, y que algunos se van quedando en el terreno mexicano que es la antesala, el esfuerzo se debe enfocar en reconocer a esta población y que así encuentren un sitio digno.

Criminalización, entre los estigmas a las personas deportadas

"Ser deportado continúa siendo un estigma en Centroamérica", expresa Douglas Carranza, investigador de la California State University; desde décadas anteriores la migración a Estados Unidos se ha percibido como objeto de orgullo y quienes regresan son vistos con recelo.

Las políticas estadounidenses en el tema de deportaciones han sido el revés de lo prometido por Obama, explicó el especialista: se han implementado campañas de control masivo que alcanzan hasta las 400 mil deportaciones al año.

Cuando los acuerdos de paz no cumplieron con la estabilidad prometida para Centroamérica en los años 80, hubo migraciones masivas a Estados Unidos de las que llegaban remesas económicas y culturales que fueron bien aceptadas, ante la carencia local.

Quienes regresaban deportados de aquel país del Norte que colaboraba a la estabilidad centroamericana, eran inmediatamente criminalizados, y hasta ahora es una percepción que se mantiene.


EL INFORMADOR/ ALEJANDRA PEDROZA