Mentira, que 2012 sea gran oportunidad para cambios: Diego Fernández

CIUDAD DE MÉXICO (08/DIC/2011).- El panista Diego Fernández de Cevallos dijo que es 'mentira' que rumbo a 2012 se abra una gran oportunidad para cambios estructurales, de gobiernos y partidos, y lograr más o menos rápido abatir la pobreza, superar la discriminación y poner en orden al crimen organizado.  

En el Foro de la Democracia Latinoamericana, Fernández de Cevallos atajó así a los representantes del PRI, PRD, PVEM y Nueva Alianza que hablaron de la necesidad de llevar a cabo cambios en el modelo económico, educativo, energético, de seguridad, impositivo, e incluso en la forma de hacer política, y que 2012 era la gran oportunidad.  

El ex candidato presidencial del Partido Acción Nacional (PAN) señaló que asegurar eso es recurrir al viejo discurso político de quienes buscan, cerca de una elección, el poder con el argumento de que al llegar todo se resolverá, como consecuencia y añadidura.  

Eso no es cierto, ya que 'es evidente que en la mayoría de la clase política predomina, por desgracia, el interés por el poder, y si hablamos de México hacia el 2012 podemos hacer dos cálculos', aseveró el político panista.  

El primero, explicó, 'tomando el calendario natural de todos nosotros, y nos quedan 23 días para estar en el 2012, y no va a haber nada trascendente; si tomamos el calendario político, sólo nos faltan siete meses escasos para el traspaso de poderes federales, gobiernos locales y municipales'.  

Eso significa que 'sólo nos esperan, hay que decirlo con verdad, campañas electorales costosísimas en las que va a prevalecer la oferta, impúdica en muchas ocasiones, irresponsables en otras, y algunas ideas excepcionales que valgan la pena', afirmó.  

Fernández de Cevallos dijo que lo único cierto es que los Tribunales Electorales tendrán mucho trabajo, al tiempo que aseguró que el problema como país es que 'estamos perdiendo valores éticos y cívicos que ponen en desgracia total a las sociedades de nuestro tiempo, no sólo en México'.  

Por ello, aseguró que lo fundamental es encontrar cómo resolver los problemas de fondo. 'Claro que tenemos diferencias de diverso orden, pero finalmente hasta en el ámbito legislativo en materia de trabajo, podemos encontrar grandes coincidencias los partidos, el problema es encontrar el cómo'.  

En su oportunidad, la priista Beatriz Paredes consideró que el problema de México es que 'no estamos de acuerdo en los qué, y el debate nacional no es ficticio sino verdadero'.  

El problema, añadió, es que 'la civilidad democrática y el influjo de ir acercando posiciones, sobre todo para demostrar buena educación política, nos ha hecho no poner en las diferencias en los qué, y si no se hace difícilmente la ciudadanía entenderá porque no nos ponemos de acuerdo'.  

Sin embargo subrayó que ello no es un problema de forma sino de fondo, porque en México hay detrás del discurso político un debate muy profundo sobre el modelo económico, y 'si no asumimos esto parece que los políticos somos absolutamente incompetentes, inermes o inocuos'.  

En tanto, el dirigente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Zambrano, expuso que para retomar la senda de crecimiento económico se requieren recursos y por ello es necesaria una Reforma Hacendaria integral.  

Recordó que el ahora gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, reconoció en 2009 que 420 grupos corporativos pagan como pequeños contribuyentes, y si pagaran como deberían se tendría un ingreso aproximado de 500 mil millones de pesos anuales para las arcas federales.  

Asimismo, refirió que los países que han podido relanzar su desarrollo económico y social se debe a que han destinado mayores recursos a la educación, la ciencia y la tecnología y 'nosotros no llegamos ni aún al seis por ciento, muy por debajo de lo que recomienda la Unesco'.  

Con la reforma, opinó, se tendrían más recursos para generar más infraestructura y su modernización, recuperar el campo y generar los empleos que se requieren a fin de satisfacer la demanda laboral de las nuevas generaciones.  

A su vez, el líder del Partido del Trabajo (PT), Alberto Anaya, consideró que la única forma de lograr el crecimiento económico es cambiar el programa neoliberal que prevalece en México, ya que la privatización de sectores no es la solución.