Mantendrá COP-16 compromiso de Cancún como sede de eventos globales

CANCÚN, QUINTANA ROO (28/NOV/2010).- La XVI Sesión de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático Cop-16, a inaugurarse este lunes, dará continuidad a la imagen de este centro turístico mexicano como enclave de encuentros globales de primer nivel.  

La reunión ambiental que pondrá los ojos de todo el mundo en este principal destino de playa de México y Latinoamérica y que además tiene una riquísima reserva ecológica en manglares, playas y cuerpos acuíferos sobre y debajo de la tierra, dará de nuevo a Cancún un estatus más allá de lo turístico.  

En menos de 30 años, esta ciudad ha albergado algunos de los más importantes mecanismos de diálogo y concertación a nivel mundial reuniendo con tal fin a personalidades que forman parte de la historia moderna y contemporánea del planeta y de la humanidad.  

El primer encuentro de este tipo tuvo lugar hace 29 años al celebrarse la Cumbre Norte-Sur que congregó aquí a presidentes y jefes de Estado de 22 naciones de todo el orbe que trataron de alcanzar los acuerdos que no fueron posibles lograr en una previa edición de este encuentro en 1975 en París, Francia.  

El entonces presidente mexicano, José López Portillo, tuvo el rol de anfitrión al recibir a sus pares de otros países como Ronald Reagan (EU), Margaret Thatcher (Inglaterra), Pierre Trudeau (Canadá), Francois Miterrand (Francia) que se mostraron dispuestos a mantener un diálogo con las naciones subdesarrolladas.  

Esto, en el marco de la "guerra fría" y de un panorama de desequilibrio que perdura ya entrado el siglo XXI, esas potencias entraron en diálogo con las naciones en vías de desarrollo como México, India, representada por Indira Gandhi, y Tanzania, con Julius Nyerere, entre otros líderes de Estados subdesarrollados.  

Ambos polos se enfrascaron en Cancún en conversaciones, acuerdos y en tratar de conocerse más allá de lo superficial a fin de abonar para un mayor y mejor equilibrio de la humanidad, lo que no fue posible lograr a plenitud.  

Años después, con un escenario mundial ya no igual, pero inserto en el neoliberalismo económico y con el predominio aún de virtualmente las mismas fuerzas de aquel 1981, Cancún abrió de nuevo sus brazos al mundo.  

Fue en 2003, cuando la Organización Mundial de Comercio (OMC) escogió este destino para su reunión en la que, al igual que como sucedió en 1981, fue imposible lograr lo propósitos que la impulsaron.  

Aunado a ello, el encuentro pasó a la posteridad por los sucesos alternos que lo rodearon como protestas de altermundistas inconformes, pero principalmente por el rechazo exacerbado de uno de ellos a las prácticas comerciales imperantes en el mercado que lo llevaron a ser un "protagonista" indeseado del evento, al cuál ya nadie olvidará.  

Se trató del activista agrícola sudcoreano Lee Kyang Hae, representante de una agrupación campesina, quien decidió inmolarse ante la "incomprensión" de las grandes fuerzas que atentaban contra la viabilidad del agro mundial y de su país.  

Kyang Hae, en plena reyerta contra policías, sacó una navaja y ante la mirada sorprendida de la multitud se la clavó a la altura del pecho para morir poco después en una clínica cancunense.  

Apenas este mismo año, en febrero, se llevó al cabo la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Norte, mejor conocida como la "Cumbre de Río" que congregó aquí a mandatarios de toda la región.  

El encuentro, "aderezado" por desplantes del presidente venezolano Hugo Chávez, quien en pleno evento dio continuidad a su diferendo con el ahora ex mandatario colombiano Alvaro Uribe, tampoco se significó por cambios que hicieran cambiar la situación de la región.  

Ahora, el tema climático, que no estará exento de política, predominará en la agenda del encuentro que inicia este lunes 29 de noviembre con las mejores intenciones.