Manifestación del SME colapsa el tráfico en la capital

CIUDAD DE MÉXICO (12/OCT/2010).- Integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) se manifestaron a un año de que el Gobierno federal decretó la extinción de la compañía Luz y Fuerza del Centro (LyFC), lo que colapsó el tráfico en las principales vialidades de la Ciudad de México.

Los miembros del SME se movilizaron desde las 08:00 horas por Paseo de la Reforma e Insurgentes, rumbo a la residencia oficial de Los Pinos y la Secretaría del Trabajo, al sur de la capital, dos de los puntos obligados en su recorrido. Pero no los únicos.

Otro grupo de trabajadores electricistas marchó en dirección a la Secretaría de Energía, ubicada en la Colonia del Valle, sobre Insurgentes Sur, lo que agudizó el tráfico en esta zona.

Un grupo más se concentró en las inmediaciones del Ángel de la Independencia, donde granaderos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF) les impidieron subir a la Columna del Ángel y esto generó un intercambio de insultos.

En la Glorieta de “La Diana Cazadora”, sobre Paseo de la Reforma, algunos manifestantes se quitaron la ropa, se metieron a la fuente y colocaron una bandera del SME en uno de los hombros de la escultura. Con la ayuda de una escalera, colocaron una playera verde en el arco.

Pese a la advertencia hecha por el titular de la SSP-DF, Manuel Mondragón, en torno a que no se permitirían desmanes o excesos durante las protestas, hasta el cierre de la presente edición no se reportaban detenidos por las marchas.

Al concluir el mitin que realizaron integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), el dirigente de esta organización, Martín Esparza, dijo que continuarán la resistencia hasta sus últimas consecuencias.

Por dicha razón, anunció la realización de diferentes acciones como el festival en el Estadio Azteca el próximo 23 de octubre, para lo cual retó al Presidente Felipe Calderón a un partido de futbol con su equipo y otro conformado con hijos de electricistas.

Por su parte, el jefe del Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, hizo un llamado a la Secretaría de Gobernación para que concluya las negociaciones que se iniciaron desde hace meses con el ex Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).

Dijo que es un tema “que la ciudad no puede resolver por sí sola, y si así fuere ya estaría resuelto a esta fecha”.

El Universal/NTX

TELÓN DE FONDO

El día de la extinción

El Presidente Felipe Calderón tenía tomada su decisión y la llevó a cabo la medianoche del sábado 10 de octubre de 2009. Para el Titular del Ejecutivo seguir sosteniendo a Luz y Fuerza del Centro (LFC) ya era inconcebible debido al enorme déficit que presentaba, por lo que decidió extinguir la compañía.

Esa noche las instalaciones de LFC en la Ciudad de México fueron tomadas por militares y policías federales, y una hora después fue publicado el decreto de extinción en una edición extraordinaria del Diario Oficial de la Federación (DOF).

De acuerdo con el documento, la liquidación era porque “su comprobada ineficiencia operativa y financiera, representa un costo tan elevado que ya no resulta conveniente para la economía nacional ni para el interés público”.

Los rumores de la extinción ya estaban presentes desde una semana antes, cuando el secretario del Trabajo, Javier Lozano, negó la toma de nota de Martín Esparza como líder del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) por irregularidades en el proceso de su reelección.

Un día después de la extinción, el Presidente Felipe Calderón ofreció un mensaje a la nación en el que aseguró que la ineficacia de Luz y Fuerza provocó la pérdida de miles de empleos en la Zona Centro del país y advirtió que de mantenerse la situación se hubieran aumentado los impuestos y las tarifas eléctricas.

Recordó que de acuerdo con la Ley Federal de Entidades Paraestatales, LFC podría ser extinguida por un decreto del Titular del Ejecutivo, debido a que fue creada por un propio decreto presidencial.

Luz y Fuerza acudió a la Suprema Corte de Justicia y presentó una controversia constitucional, pero el máximo tribunal validó la desaparición de la compañía.