Miércoles, 27 de Noviembre 2024
México | PALESTRA 20 POR JORGE O. NAVARRO

Magnicidio en lugar de futbol

Por lo tanto, mataron al gobernador... ergo asesinaron al mandatario estatal y estamos, como en el caso de Colosio, ante un magnicidio

Por: EL INFORMADOR

Jorge O. Navarro.  /

Jorge O. Navarro. /

¡Cuánto insistimos en que el futbol lo acaparaba todo! El regreso a la realidad fue un choque más costoso y lamentable de lo que se había esperado.

Apenas unas horas después de las lamentaciones generales por la eliminación del equipo nacional de futbol en la Copa del Mundo, enfrentamos un reto que supera ampliamente nuestros viciados esquemas deportivos: el asesinato de un candidato a gobernador.

El único antecedente directo y parecido a la muerte de Rodolfo Torre Cantú, candidato baleado a la gubernatura de Tamaulipas, se remonta a Luis Donaldo Colosio Murrieta, muerto en 1994 en Lomas Taurinas. Él era abanderado a la Presidencia de la República.

Una anotación curiosa: al momento de definir la muerte de Rodolfo Torre, discutimos en este periódico si se trataba de un magnicidio, como lo fue el de Donaldo Colosio.

Al final de las argumentaciones, determinamos que efectivamente, el desaparecido médico tamaulipeco era de facto “el futuro gobernador”.

Por lo tanto, mataron al gobernador... ergo asesinaron al mandatario estatal y estamos, como en el caso de Colosio, ante un magnicidio.

Sin embargo, a diferencia de la época de Colosio Murrieta, cuando México se vio dominado por una lucha de facciones que derivó, por fortuna, en un cambio no violento de régimen que admitió al primer presidente no priista después de siete décadas de dictadura partidista, ahora nos vemos envueltos en una guerra frontal con el narcotráfico.

En otras palabras, la muerte de Rodolfo Torre es un capítulo totalmente nuevo y atemorizante en la historia del país.

El último candidato a gobernador asesinado en nuestro país fue Manlio Fabio Altamirano. Él quiso gobernar Veracruz, pero en 1936, en medio del reacomodo de los poderes locales posteriores a la Revolución Mexicana, murió víctima de las balas en un típico café veracruzano. Después de eso, el país ingresó en una etapa de estabilidad que ahora está siendo sopesada y juzgada.

Luego del asesinato de Rodolfo Torre, México se confirma en el escenario mundial como un país en crisis de gobernabilidad.

Los titulares internacionales darán cuenta, como lo hacemos ahora, de la desaparición violenta de un hombre que se encaminaba a gobernar por la vía democrática.

En Jalisco, mientras tanto, discutimos sobre la viabilidad o no de aplicar retenes en colonias “peligrosas”, para que policías municipales y estatales detengan vehículos con placas de estados que tienen mala fama, como Sinaloa y Chihuahua. Se trata de desacatos evidentes a la Constitución del país.

Y además, el procurador del Estado, Tomás Coronado, acredita las decenas de ejecuciones que suceden todos los días a un conflicto interno del cártel dominante en nuestro territorio, el de los Valencia.

Falta cordura de nuestras autoridades. La seguridad está en crisis y no hace falta que esperemos a un período de elecciones para ver a candidatos amenazados o muertos.

Falta, para empezar, la reforma integral en materia judicial que el Congreso local guarda desde abril de 2009.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones