Sábado, 30 de Noviembre 2024
México | CAJA FUERTE POR LUIS MIGUEL GONZÁLEZ

Los mexicanos no somos holgazanes

¿Por qué trabajamos tanto? ¿Para qué? El informe de la OCDE no se mete en esas veredas

Por: EL INFORMADOR

¿Sirve de algo trabajar mucho? En la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) nadie trabaja tanto como nosotros. Laboramos nueve horas 54 minutos por día. Dos horas más que el promedio ocdiano y casi tres más que los belgas, el país donde menos se trabaja. Dedicar tantas horas al trabajo no nos salva de ser el líder en pobreza de la OCDE.

¿Por qué trabajamos tanto? ¿Para qué? El informe de la OCDE no se mete en esas veredas.

Podemos inferir que una de las razones por las que se trabaja tanto en México es para llegar a la línea de flotación económica: 47% de los mexicanos dice que no le alcanzan sus ingresos, comparado con el 6% de noruegos o el 21% de estadounidenses.

El trabajo duro está tan sobrevalorado como la monogamia, decía un político del siglo pasado, Huey Long. En cierto sentido tiene razón: trabajar más que nadie no sirve mucho si el parámetro son los ingresos percibidos o la tranquilidad económica en el momento del retiro. Un trabajador mexicano de la industria manufacturera recibe entre dos y tres dólares por hora, comparado con los 15 dólares promedio de la OCDE y los 28 dólares de los noruegos. Con estas cifras no es raro que 30% de los trabajadores retirados en México sean pobres, frente a 5% en Francia o Canadá.

“Si el trabajo duro fuera una cosa maravillosa, hace mucho tiempo que los ricos se hubieran quedado con él”, dice el sindicalista Lane Kirkland. Ser 40% más chambeadores que los belgas no nos ayuda a generar más riqueza. Ellos tienen un ingreso per cápita promedio de 38 mil dólares, casi tres veces mayor que los 13 mil dólares de los mexicanos, de acuerdo con el CIA Fact Book.

Esta desproporción entre sudor vertido y dinero recolectado tiene mucho que ver con la baja productividad. Trabajar muchísimo no quiere decir producir muchísimo. Suena feo y es horrible. Se necesitan cinco mexicanos para producir lo mismo que un irlandés, dice el estudio sobre productividad del CIDAC.

En la baja productividad inciden muchas cosas, entre ellas la escasez de personal calificado; la baja inversión en capacitación; el poco uso de la tecnología, y la obsolescencia de las instituciones laborales, entre ellas los tribunales.

Los mexicanos somos líderes mundiales en horas dedicadas a trabajar. Vale la pena decirlo en voz alta, porque es bueno encabezar un indicador relacionado con una virtud. Si lo comunicamos bien, servirá para derribar el mito de nuestra holgazanería. De cualquier modo, habría que manejarlo con cuidado. Contiene más de una verdad incómoda. En México, el trabajo más duro y peor remunerado tiene cara de mujer. Una mexicana labora seis horas 13 minutos diarias sin recibir compensación económica. Esto se refiere a trabajo en el hogar y es 3.3 veces más que los 113 minutos que dedican los varones. Sólo dos países tienen cifras parecidas: India y Turquía.

¿Vamos bien o debemos cambiar de rumbo? La pregunta está en el aire y las cifras de la OCDE nos ayudan a obtener una respuesta. En materia laboral necesitamos cambios a fondo. No se trata de romper el récord mundial de horas trabajadas, sino de avanzar en calidad de vida. Es un crimen postergar las reformas a la legislación laboral.

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