Lunes, 02 de Diciembre 2024
México | POR CARLOS LARA G.

Los anteojos de Baskerville

Un proceso de dirección que por ser una acción colectiva en la que participan diversos actores requiere de la sensatez del Gobierno

Por: EL INFORMADOR

La dichosa gobernanza
 
El miércoles por la noche acudí a la presentación del libro “Gobernanza, el nuevo proceso de gobernar”, del doctor Luís F. Aguilar. Una obra en la que describe los factores que hicieron que el gobernar se volviera un problema. Define la gobernanza como un proceso de dirección estructurada e intencional, institucional y técnico, que orienta y da sentido a la acción de la sociedad. Un proceso de dirección que por ser una acción colectiva en la que participan diversos actores (particularmente la sociedad civil), requiere de la sensatez del Gobierno para encauzar el proceso. Sin duda una buena obra, sin embargo al ver la discusión legislativa en torno a la reforma política del Estado, orientada por los criterios de la gobernabilidad, esto es, a partir de quien tiene y tendrá el control y el poder político en los próximos años, vemos lo lejos que estamos de la dichosa gobernanza.

Ese mismo día por la mañana aclaré en la revista radiofónica “Señales de Humo”, que conduce Alfredo Sánchez, un par de comentarios hechos por Avelino Sordo, en relación a mi posición sobre la creación del Consejo Metropolitano de Cultura que pretende la Secretaría de Cultura.

Particularmente lo que él considera mi oposición hacia dicho Consejo, puesto que no hay tal, antes bien hago una pregunta reflexiva sobre la pertinencia de su creación. Considero que existe ya el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes ( CECA) con atribuciones específicas en el título V de la Ley de Fomento a la Cultura, como la de proponer criterios de coordinación y ejecución de acciones encaminadas a incrementar la acción gubernamental en materia de cultura, cosa que ya hace la Secretaría a través de las áreas de atención a municipios y actividades culturales.

Avelino señala que mi oposición descalifica la capacidad de acción de los ciudadanos de la Zona Conurbada de Guadalajara y no es así, ojalá hubiera una especie de gobernanza cultural en todas las regiones del Estado. Sucede que el pretendido Consejo es presentado como la novedosa figura administrativa que resolvería algunos de los problemas culturales de la zona conurbada, cuando en realidad no pasa de ser una buena idea en teoría.

En teoría puedo decir que se trata de un modelo híbrido de gobernanza cultural a través del cual se puede encauzar el esfuerzo e inquietudes de la comunidad cultural y de la sociedad que habita la zona. Pero al recordar los intentos fallidos (la Compañía Metropolitana de Teatro entre ellos), y ver el desacuerdo entre los alcaldes de la zona conurbada por ver quién y cuándo debe convocar al Consejo Metropolitano para tratar el tema de seguridad pública, confirmo que la dichosa gobernanza no es funcional aún, no con gobernantes que sólo piensan en la gobernabilidad.

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