Martes, 26 de Noviembre 2024
México | Y... PENSÁNDOLO BIEN POR FRANCISCO BARUQUI

Los ‘‘actores’’

Carecen de cultura y preparación; son, lo he escrito en repetidas ocasiones, políticos ‘‘de oído’’ que gustan de los baños de masas

Por: EL INFORMADOR

Francisco Baruqui.  /

Francisco Baruqui. /

Siempre he creído que detrás de cada político, créalo, hay un “actor” reprimido…

Y sí, porque los políticos gustan de los reflectores y tienen un afán de protagonismo que en cuanto cuentan con la oportunidad de lucir, lo sacan. Reflejan en sus normas de conducta política y personal las más de las veces, tendencias manifiestas a buscar, aunque no siempre lo logran, ser el foco de atención; el muerto del velorio; la cereza del pastel y creyéndoselo, la última Coca-cola del desierto.

Y como viven de la imagen, se reconocen sus condiciones para actuar. De ahí que frente a micrófonos y cámaras tengan el foro para desbordar sus pocas, muchas o nulas cualidades histriónicas para “llegarle” a la gente. Sí, a esa misma gente que los va midiendo, y midiéndolos los juzga por cuanto a capacidades en el poder de convencimiento que los “actuantes” tengan. Desafortunadamente…

Desafortunadamente, por el desprestigio más que bien ganado a ley, pues no, no consiguen convencer por mucha buena imagen que busquen tener, toda vez que sus “actuaciones” resultan malas, muy malas, malísimas, cuando los procedimientos y formas de actuación son una afrenta a la inteligencia del ciudadano tan corriente como común. ¡Ahh..! pero existen algunos que sienten tener pasta de ídolos con la muchedumbre. Carecen de cultura y preparación; son, lo he escrito en repetidas ocasiones, políticos “de oído” que gustan de los baños de masas y recurrentes a las más vulgares representaciones demagógicas para apantallar al pueblo.

Recuerdo a personajetes —que decir personajes sería incurrir en el error y no, errar no me gusta—, como aquel diputadete de 150 kilos que se hacía llamar Pancho “Cachondo”, que daba sainetes en la Cámara y ante las cámaras posando semidesnudo en posturas procaces que daban asco… Y otro más, aquel Salgado Macedonio, alcalde que fue de Acapulco y diputadete también que montando moto de “nacido para perder”, con erario oficial se mandó hacer “su” película, en la que acompañado de esa monumental mujer, Lina Santos, se desempeñaba como galán justiciero… Y ni qué decir del pobre “Juanito”, bufón lópezobradorista que la quiere de presidente… ¿Los recuerda?

Y… PENSÁNDOLO BIEN.

Y… PENSÁNDOLO BIEN, si los políticos son, lo reitero, actores reprimidos, pues que intenten, preparándose —sí chucha, cómo no—, ser buenos porque a los que hay no se les aplaude. De ahí refiero el estreno de una obra de Pablo Parellada en el Calderón de Valladolid. Actuaba un cómico por demás mediocre de apellido Vera, quien con sus exageraciones, intemperancias y latiguillos hundió la función. El autor encabritado a tope y en afán de venganza escribió:
Aquí yace el actor Vera
tan malo, que haciendo un día
que con un puñal se hería
como si de veras fuera,
de veras se lo clavó,
¡y sólo entonces logró
que el público lo aplaudiera!

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