Domingo, 06 de Octubre 2024
México | Calderón podría toparse con algunas diferencias frente a Brasil en el tema alimentario.

Logra Calderón apoyo de G-5 a Fondo Verde

En la declaración conjunta de México, Brasil, China, India y Sudáfrica se exige una pronta resolución de la crisis alimentaria.

Por: AP

 El presidente Felipe Calderón logró que los países emergentes hicieran eco a una propuesta y una preocupación con la que llegó a la isla japonesa de Hokkaido: La creación de un ''Fondo Verde'' y el alza en los precios de los alimentos.

Ahora, falta que los países industrializados se muestren igual de receptivos.
Calderón, quien llegó a Sapporo el lunes por la noche, leyó la declaración del Grupo de los Cinco países emergentes (G-5) , en la que destacó la exigencia para una pronta resolución de la crisis alimentaria y una crítica a los países más ricos por su falta de respuesta adecuada en busca de combatir el calentamiento global.

"'El alza en los precios globales de los alimentos representa un nuevo desafío para la lucha contra la pobreza y el hambre", señaló en la declaración conjunta de México, Brasil, China, India y Sudáfrica.

"'El mundo produce suficientes alimentos, pero no suficientes personas tienen acceso a éstos. Convocamos a la comunidad internacional a vislumbrar mejores formas y medios de producir y distribuir alimentos'", cita.

El G-5 señaló que las Naciones Unidas deben intervenir para solucionar la crisis desatada por el aumento generalizado en los precios de los alimentos.

El gobierno mexicano ha debido subsidiar varios productos básicos, desde los combustibles hasta los cereales, incluido el maíz, que es la base de la alimentación en el país, ante los aumentos durante los meses recientes.
Calderón hizo llegar esa inquietud al G-5.

''Uno de los desafíos más urgentes se refiere a la seguridad alimentaria. A medida que los precios suben, los países experimentan dificultades para proteger a sus poblaciones más vulnerables'', dijo a periodistas en Japón la secretaria mexicana de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa.
Añadió que la propuesta de México apunta a acciones multilaterales para ''enfrentar esta emergencia en forma efectiva y sostenible''.

''Es imperativo vislumbrar estrategias concertadas para mejorar el desarrollo rural y el acceso (de los productos) al mercado, pero también proteger la cadena de abastecimiento y distribución de los alimentos'', destacó.

Calderón sostuvo en la jornada encuentros bilaterales con su homólogo de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva; con el primer ministro indio Manmohan Singh, y con el presidente sudafricano Thabo Mbeki.

Se avizoraba que Calderón podría toparse con algunas diferencias frente a Brasil en el tema alimentario.

Brasil ha manifestado su preocupación por la crisis de los alimentos, pero niega que la producción de biocombustibles sea una de las causas. A Calderón, en cambio, se le presentó uno de sus primeros problemas políticos serios de su gobierno hace menos de dos años, con el aumento del maíz, que varios funcionarios gubernamentales atribuyeron al uso de ese cereal en Estados Unidos para producir etanol.

Finalmente ambos países se sumaron a una exigencia para resolver la crisis, y Lula invitó a Calderón a participar en la cumbre de biocombustibles que Brasilia organiza para este año.

A Singh, Calderón le expresó sus condolencias por el atentado perpetrado la víspera frente a la embajada india en Afganistán, que dejó al menos 41 muertos. Luego, ambos abordaron la crisis alimentaria.

Y de Li, Calderón obtuvo el apoyo para que México sea miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. Ambos mandatarios acordaron también impulsar las negociaciones con miras a un acuerdo bilateral de libre comercio.

En materia de cambio climático, el G-5 consideró que los países más desarrollados del mundo no están haciendo lo suficiente para enfrentar el problema, y señaló que resultaría injusto dejar a las naciones emergentes esa responsabilidad.

A su llegada a la cumbre, Calderón traía debajo del brazo una propuesta que su gobierno destaca como innovadora para romper la discusión en torno a si sólo el Grupo de los Ocho países más desarrollados del mundo (G-8) debe dar pasos para revertir el cambio climático, o si a esa tarea deben sumarse también las economías emergentes.

El Fondo Mundial sobre cambio climático o ''Fondo Verde'' establecería aportaciones que los distintos países deberían hacer para combatir el calentamiento global, y que serían determinadas con base en aspectos como el porcentaje que cada nación representa en las emisiones mundiales de gases invernadero; las emisiones per capita y su Producto Bruto Interno (PBI) .
Las aportaciones se destinarían a las naciones que podrían resultar más afectadas por el cambio climático, las cuales, según diversos estudios, son precisamente las más pobres.

El gobierno mexicano ha destacado que el fondo es una medida multilateral que facilitaría para los países en desarrollo el acceso al dinero y la tecnología necesarios para combatir el calentamiento global y para enfrentar sus consecuencias.

''Es importante explorar el desarrollo de mecanismos de financiamiento, nuevos y adicionales, y se dio la bienvenida tanto a la propuesta formulada por China para el financiamiento, como la propuesta formulada por México de un Fondo Verde que se analizará con detenimiento en nuestros gobiernos'', dijo el presidente mexicano en un comunicado.

El miércoles, el G-5 se reunirá con el G-8 en Toyako, a unos 150 kilómetros de Sapporo.

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