El funcionario argumentó que la categoría de Parque Nacional sobre esa Área Natural Protegida del Estado de México fue una mala decisión del gobierno que así lo decretó, es decir, de Lázaro Cárdenas en 1936, pues las restricciones que contempla para su protección, lejos de beneficiarle le perjudicaron, y por eso se derogó este 1 de octubre. "Lo peor que le puede pasar al Nevado de Toluca es permanecer en el estatus actual. Siendo Parque Nacional no se puede tocar, hay árboles que están muy viejos, que es necesario renovar, que tiene una serie de afecciones. Entonces lo que estamos nosotros haciendo es cambiar la forma jurídica como se puede manejar el Nevado de Toluca para garantizar que pueda haber aprovechamiento sustentable", dijo Guerra Abud en entrevista. Y es que el nuevo decreto presidencial que deroga la categoría de Parque Nacional, ahora lo declara Área de Protección de Flora y Fauna, con lo cual se busca establecer mecanismos de conservación de las 235 especies que confluyen en el Nevado. Además, negó categóricamente que el cambio de declaratoria implique permisos para explotar o permitir la invasión de asentamientos urbanos dentro del polígono, pues no deja de ser Área Natural Protegida. Por otra parte desestimó que se tratara de una determinación "al vapor", pues fue discutida previamente por expertos, académicos y ciudadanos, quienes estuvieron de acuerdo con el cambio. "Es un mito que se apareció de repente el decreto y otro mito es que se van a permitir las construcciones en el nevado de Toluca, totalmente falso, quien diga eso o no ha leído el decreto o está falseando la información", aseguró. Según se lee en el artículo sexto del nuevo decreto presidencial, el Nevado de Toluca como Área de Protección de Flora y Fauna permite la realización de las siguientes actividades: Preservación de los ecosistemas y sus elementos, monitoreo ambiental, investigación y colecta científicas, educación ambiental, turismo sustentable, restauración de ecosistemas y reintroducción de especies, mantenimiento de la infraestructura fija existente, construcción de infraestructura para las acciones de investigación científica y monitoreo del ambiente, que antes restringía la declaratoria de Parque Nacional. No obstante, organizaciones civiles estadounidenses han mostrado su preocupación por que llegue a permitirse la explotación de sus recursos, incluso han enviado una carta a la Comisión Nacional del Agua para que aclare las condiciones en que se da el nuevo decreto. EL INFORMADOR / VIOLETA MELÉNDEZ