Las otras alianzas PAN-PRD

Al grito de ¡sálvese quien pueda!, los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) echan mano en estos momentos de lo que sea para tratar de frenar la ola priista en los comicios de julio próximo y, además de las alianzas formales que concretaron en cuatro estados, ahora impulsan “alianzas de facto” en otras entidades en donde panistas y perredistas están haciendo pactos sobre la marcha para que, según quien vaya mejor posicionado, se apoyen unos a otros para enfrentar al Partido Revolucionario Institucional (PRI), incluso haciendo declinar a candidatos.

Esa fórmula de alianzas de facto está ya en marcha en Tlaxcala y Aguascalientes, donde el PRD ha dado instrucciones precisas, desde la dirigencia nacional que encabeza Jesús Ortega, para que la militancia y los candidatos perredistas “brinden todo el apoyo a los candidatos del PAN”, en la lógica de que si el sol azteca no puede ganar en esos estados, aporte su estructura y sus votos a favor del blanquiazul para evitar un triunfo del PRI.

En Tlaxcala, el PAN está en riesgo de perder la gubernatura luego de que el fin de semana Convergencia se sumó abiertamente a la candidatura del priista Mariano González Zarur, a quien una encuesta del periódico local Síntesis ubica ocho puntos arriba de la candidata panista Adriana Dávila, mientras la perredista Minerva Hernández está fuera con 14 por ciento.

Algo similar ocurre en Zacatecas, donde la última encuesta de la universidad estatal ubicó en tercer lugar al candidato del PRD, Antonio Mejía Haro, lo que desató versiones de que la gobernadora Amalia García estaría buscando un “plan b”, y negocia con el PAN transferir apoyos a su candidato Cuauhtémoc Calderón, que según el mismo sondeo se ubica en la segunda posición después del priista Miguel Alonso Reyes, quien lidera la carrera por la gubernatura.

En Hidalgo y Puebla se ve cada vez más lejana la posibilidad de que las alianzas opositoras logren algo, y la expectación se centra en Sinaloa y sobre todo en Oaxaca.

NOTAS INDISCRETAS… La comparación fue inevitable el fin de semana en Zacatecas. El sábado Enrique Peña Nieto, acto de campaña priista, más de 10 mil simpatizantes coreaban su nombre y le gritaban “¡presidente!”; el domingo, en la misma plaza, Marcelo Ebrard, acto de campaña perredista, tres o cuatro mil seguidores. Medición de fuerzas de la campaña local, pero también de 2012… Ya salió el peine de los famosos “Tsurus blancos” que le mandaron desde Nuevo León al candidato priista zacatecano Miguel Alonso. Resultó que Osaka Motors, la arrendadora que “prestó” los autos, es propiedad de Alfredo de la Garza, actual tesorero del gobierno de Rodrigo Medina y además socio del gobernador en su despacho particular. O sea que la cooperación sí fue de Medina y de sus amigos… Por razones de salud, los dados se guardaron una semana. Pero están de vuelta. Escalera doble.