Las imperfecciones de la publicidad

Necesitarán mucho corrector para poder cubrir lo más oscuro de su intención.

En días pasados se dio a conocer el adelanto y las sucesivas reacciones de la campaña de una línea de cosméticos internacional. ¿Su inspiración? Las mujeres muertas de Juárez.

Los colores que marcarían las tendencias en el otoño-invierno tendrían como base el “look” de una muerta, y como el lanzamiento sería para el 15 de septiembre, día en que se celebra la Independencia de México, qué mejor que sea una muerta relevante de tierra azteca… una muerta de Juárez.

¿A quién se le ocurrió semejante barbaridad? Las fotos de las modelos maquilladas para la ocasión causaron desde indignación hasta el reclamo de la falta de sensibilidad por parte de la línea de maquillaje.

Yo sé que a estas alturas podemos esperarnos prácticamente todo, pero no puedo imaginarme que una mujer llegue a la tienda departamental buscando comprar alguna sombra o rubor para verse igual a una víctima de violencia y sufrimiento.

La frivolidad cobró una más de las suyas, y las “talentosísimas” hermanas Mulleavy, creadoras de esta colección, dicen no encontrar la manera de solucionar el daño.

Era difícil no poder compararlas con la soeces acciones de Jan Brewer, gobernadora de Arizona, y justo en este momento, en el que miles de paisanos son vistos en Estados Unidos como la famosa canción de “frijolero”.

Los expertos en publicidad lo saben: una buena campaña se planea, modifica, pasa por varias manos antes de presentar un buen producto que impacte, pero en esta ocasión, si querían causar polémica a costa de estos feminicidios, lo lograron.

Sí, claro, después vinieron las disculpas y la postura de la marca sobre el lamentable error involuntario. ¿Usted cree la explicación?, a mi sinceramente me cuesta mucho trabajo.

Pensaba en aquellas campañas que pudieron haber logrado el mismo efecto de rechazo, y la primera que recordé fue la publicidad de los años noventa de una conocida marca de ropa italiana, que presentaba diversas fotografías en las que se podía apreciar una familia acongojada por el hijo con sida en su lecho de muerte, o la de dos niños sonrientes abrazados, uno afroamericano y el otro anglosajón, demostrando la unión a pesar de las razas y culturas.

Tenían una intención y era clara: invitar a la reflexión en aquellos temas que fueron y siguen siendo dolorosos en cualquier parte del mundo, segregación, violencia, mutilación… pero estas hermanitas se quisieron pasar de innovadoras y el resultado les ha dejado para ellas y la firma de cosméticos, desprestigio y el donativo anunciado de 100 mil dólares a ONG´S de Ciudad Juárez para tratar de resarcir el daño.

Es poco comparado con lo que se embolsan en ganancias este tipo de empresas.

Es una pena que estos acontecimientos que pusieron fin a la vida de miles de mujeres, y en el que nunca existió una justicia, sean transformados y denigrados de una forma tan baja.