Las cinco crisis de actualidad y la forma de exterminarlas

CIUDAD DE MÉXICO.- Durante una conferencia dictada a un grupo de empresarios tapatíos y medios de comunicación titulada “La solución de la cooperación pública privada” y cuya ponencia estuvo a cargo de la especialista en temas financieros Rosana Fuentes Beraín, se dialogó sobre la importancia del consenso entre los diferentes actores de la sociedad para enfrentar la crisis económica actual de una manera más fehaciente y sólida.

Fuentes Beraín Comenzó su participación estableciendo los parámetros de los distintos tipos de crisis que confluyen en la actualidad, reparando en las características de cada una de ellas.

Las cinco crisis

Fue así como describió a la crisis internacional, arguyendo que la crisis actual es semejante a la iniciada en 1929, cuando un desplome de la bolsa de Nueva York provocó un descenso en el valor de las acciones, propiciando un aumento considerable en los créditos de inversionistas y con ello una serie de acontecimientos que detonaron en la contracción de la economía estadounidense influyendo también en el desequilibrio de las finanzas del resto de los países que fueron arrastradas en efecto dominó. Indicó que si en aquella ocasión la cooperación entre el sector público y privado liderada por el gobierno pudo garantizar un cese al hundimiento bursátil, la situación actual aún tenía esperanzas de normalizarse y reactivarse.

“Cuando el gobierno mexicano anunció el declive financiero en el país dijo que se trataba de una simple ‘gripita’, pero con el tiempo se convirtió en una enfermedad crónico degenerativa”, adujo la también periodista del grupo Expansión y El Universal al turnar a la segunda de las crisis en mención.

La crisis nacional, que conforme a sus aportaciones si bien se trataba de una extensión de la crisis global, el país era responsable en gran medida de la intensidad de sus afectaciones.

También hubo espacio para la acotación de otras crisis que aunque no tienen cabida en la agenda pública cuando refieren el tema de la crisis global, de igual manera son elementos a considerar si se desea tener una visión de reconstrucción financiera, tal es el caso de la crisis de salud potenciada ahora por el temor que significa el contagio del virus de la influenza humana aunada a la cartera de enfermedades que sin importar temporalidad han acompañado al ser humano desde su aparición, o la crisis de seguridad que “es mucho más amplia que el tráfico de estupefacientes porque toca a todos los sectores”, desde el lavado de dinero, traspasando al plano de la extorsión consecuente a empresarios de pequeñas, medianas y grandes empresas, sin exceptuar los secuestros y a los más de doce mil muertos que se cifran hasta junio de 2009 en México desde el inicio del actual sexenio.

Finalmente, la quinta de las crisis existentes que a su vez atenta contra la estabilidad social es la crisis de credibilidad, pues comenta la experta, que los ciudadanos ya no creen en las medidas que toma el gobierno para dar solución a sus problemas, y este quizá sea el punto a considerar para darle un giro a la situación.

¿Qué hacer contra la crisis?

Al respecto de las maneras que se encuentran al alcance de todos los ciudadanos del país para extirpar la crisis de la realidad inmediata, promovió que es necesaria la tolerancia a las diferentes formas de pensar y la retroalimentación constante entre los distintos actores de la vida pública.

De acuerdo a un estudio validado en Suiza por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y publicado en la revista “Time”, mejorar las situaciones de stress puede fomentar un mayor desempeño en el trabajo y desarrollar un papel más potente que coadyuve al exterminio de la crisis, incluso se potenció la puesta en práctica de siete tips a considerar:

1.- La información sobre los acontecimientos de actualidad para la toma de decisiones acertadas
2.- Cohesión del grupo
3.- Confianza en los líderes
4.- Motivación para emprender proyectos a futuro
5.- Mantener la esperanza
6.- Capacitación adecuada
7.- Atención a la salud

Punto en cuestión

Sobre la reciente salida de tres de los titulares de dependencias de gobierno en la administración de Felipe Calderón (Eduardo Medina Mora de la Procuraduría General de la República, Alberto Cárdenas Jiménez de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, y Jesús Reyes Heroles de la dirección de Petróleos Mexicanos) Rosana Fuentes, en exclusiva para El Informador, atina en dar su explicación sobre la reconfiguración del gabinete presidencial:

“Ante nuevos proyectos se necesitan nuevos equipos, el presidente hizo un diagnóstico que lo llevó a pensar que no estaba de acuerdo con algunos integrantes del gabinete, lo que lo llevó a plantearse la posibilidad de rehacer su equipo, los tres movimientos que hizo recientemente parecieran ser sólo los principales, dado que ha habido otros lugares en los que se señala que no funciona el titular, y no se trata nada más de cambiar personalidades, no es cuestión de sustituir a A por B, sino de proyectos, si el presidente integra nuevos elementos al gabinete es porque necesita inyectar nueva vitalidad y más dinamismo al proyecto para enfrentar el final del sexenio”

De igual forma califica como “necesario” el cambio de los titulares de las dependencias anteriormente referidas, manifestó que Felipe Calderón se había distinguido en el pasado por mantenerse firme con su entorno inmediato sin pensar en alterarlo, pero el ejercicio de la opinión pública y la crítica de expertos en política lo conllevaron a darle espacio a otros grupos que pudieran ofertar un mayor dinamismo a su administración.

Fuentes Beraín develó que con tales cambios, además de la fortaleza que ha mostrado la ciudadanía para solidarizarse contra batallas como la que se vislumbra por la influenza humana, existe en el país una esperanza para que la situación de incertidumbre pueda variar de contexto, pues sólo con un consenso entre los diferentes actores de la sociedad se podrá marchar contra la corriente de unos tiempos que matan aceleradamente todos los nichos de estabilidad financiera, pero la esperanza, como lo diría el proverbio, muere al último.

EL INFORMADOR/ ADRIÁN MARISCAL