Viernes, 22 de Noviembre 2024
México | POR LOURDES BUENO

Las barbas de un distante vecino

Lo que hace que las acciones de rechazo en Egipto, Libia, Marruecos y Argelia tengan como plataforma una economía que ha favorecido a pocos dejando en la pobreza a los más

Por: EL INFORMADOR

Lourdes Bueno.  /

Lourdes Bueno. /

La reunión entre Felipe Calderón y el presidente Barack Obama se realizará en momentos de grandes conflictos: por un lado, el violento combate al narcotráfico en México, hecho de manera tan atropellada que pone en riesgo no sólo la vida de los connacionales —lo que cada vez es más frecuente e impune—, sino aun la seguridad fronteriza de Estados Unidos.

A esto se suma la pobre forma en que el Ministerio Público trabaja en este país, dejando sin castigo a los delincuentes detenidos; y en este punto se ha fallado sin que, hasta la fecha, el trabajo presidencial haya apoyado el saneamiento de esa institución, pero tampoco se haya ocupado por la profesionalización de los ministerios públicos, con lo que los expedientes quedan mal armados, los jueces absuelven y los delincuentes regresan a delinquir. Y esto fue lo que pasó con el asesino del agente estadounidense.

Y si ya lo anterior es grave, en el turbulento Norte de África millones de jóvenes están pugnando por un importante cambio, desde luego la democracia es una de sus peticiones, pero el eje de sus objetivos es la mejora de vida, es decir, tener empleo, del cual carecen además de educación, salud y una más equitativa distribución de la riqueza.

Lo que hace que las acciones de rechazo en Egipto, Libia, Marruecos y Argelia tengan como plataforma una economía que ha favorecido a pocos dejando en la pobreza a los más.

Y en estos rubros, la falta de empleo, la polarizada distribución de la riqueza, el empobrecimiento de la población y de los servicios de educación y salud, en México las cosas no están muy diferentes a los países mencionados... Porque en las manifestaciones del Norte de África, que ya lograron la salida del presidente de Egipto, el objetivo ha sido un cambio de política económica que ofrezca a las mayorías verdaderas oportunidades para su desarrollo.

Y este tema seguramente estará en la mesa de negociaciones binacionales, porque en un campo minado, como es este país con el narcotráfico y su violencia, la guerra —que no es oficial— contra el narco, donde la población ha quedado atrapada a dos fuegos, con ministerios públicos que proveen salidas a doc a los delincuentes detenidos, lo que puede tronar el detonante es el cansancio, al tope, de las políticas económicas que en México no sólo continúan, sino que arrecian, a pesar de que se anuncia que el PIB subió 15.8%, pero no porque los pobres ya tengan mejores empleos, sino porque los ricos ganan, bajo estas condiciones, cada vez más.

Así, si se quisiera quitar el detonante de esta mina terrestre, habría que modificar las decisiones, no sólo de Los Pinos, sino aun de Washington, para abrir canales de fortalecimiento al desarrollo de las mayorías, en este país, la frontera más importante de Estados Unidos.

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