Las armas de Purificación

Purificación Carpinteiro no está manca y es temeraria. Si la ex subsecretaria de Comunicaciones fue capaz de filtrar a los medios las conversaciones privadas de su ex jefe, Luis Téllez, cuando las diferencias entre ambos se volvieron insostenibles, ¿qué más puede decir de lo que sabe y sabe bien la también ex directora de Correos y alguna vez funcionaria favorecida —o favorita— de Los Pinos?

Aunque Purificación se ha defendido legalmente y ha logrado enfrentar en libertad el proceso judicial que le abrieron por sus infidencias como servidora pública, la verdadera fuerza y la coraza de esta guapa mujer de cuarenta y tantos años, reside en lo que sabe y lo que no ha dicho públicamente. Tanto así que ya se comenta en los corrillos políticos que Carpinteiro ha enviado “mensajes” hacia la residencia oficial en el sentido de que prepara un libro de sus memorias, en el que narrará todas sus andanzas en su ascendente carrera pública.

Tras haber estado al frente del Servicio Postal Mexicano, donde echó a andar un programa de “modernización” que costó millones de pesos del erario sin mejorar gran cosa el servicio, Purificación fue promovida a la subsecretaría de Comunicaciones en septiembre de 2008 por decisión directa del Presidente Calderón, aunque siempre mantuvo una relación tensa y tirante, de poder a poder, con el secretario Luis Téllez, que se reflejó incluso en decisiones y políticas públicas que se vieron afectadas por el desencuentro entre los titulares, como el tema de las telecomunicaciones.

Su actuación en el tema de la telefonía y el triple play, donde se enfrentó directamente a poderosos intereses, fueron aprovechados por Téllez para empujar su salida. En febrero de 2009, cinco meses después de su nombramiento, ella misma renunció al cargo, en un gesto de dignidad poco común, por no decir inusual en la política mexicana.

Pasaron un par de semanas y su nombre volvió a mencionarse con insistencia en la SCT cuando, en un arranque, filtró según la acusan en el Gobierno, las conversaciones telefónicas personales y públicas del entonces secretario.

El golpe al gabinete presidencial fue letal, y tras varios días de resistir, Téllez y el Presidente tuvieron que reconocer la eficacia del disparo mediático y exactamente un mes después de la caída de Purificación, como si lo hubiera calculado con calendario en mano, el secretario de Comunicaciones y Transportes anunciaba su renuncia. A partir de ahí comenzó un proceso legal y judicial contra Purificación Carpinteiro, quien hoy se dice “perseguida política” del Gobierno de Calderón, y acusa una “vendetta política” en las acusaciones en su contra. Y para defenderse, dicen, está dispuesta a usar todas sus armas y sus conocimientos. Y no se refiere sólo al derecho ni a su amplia experiencia en telecomunicaciones.

NOTAS INDISCRETAS… Los dados se toman un inmerecido pero urgente descanso. Volverán a circular el martes 6 de abril; hasta entonces nos dejan una enorme Escalera para todos los lectores. Hasta pronto.